La psicodescodificación del coronavirus 3

Continúa desde la PARTE 2

Cómo empezó todo

Wuhan causalmente es una zona perfecta para que empiece una pandemia. Aparte de tener un gran mercado agrícola y ganadero, tiene laboratorios farmacéuticos en los que se llevan a cabo experimentos biológicos y también es la zona pionera en la implantación de la tecnología 5G. Además, el gobierno chino decidió poner allí, a pesar de las protestas de la población, plantas incineradoras de residuos, con lo que es de suponer que el aire que se respira está más contaminado y repercute negativamente en el sistema inmune de sus habitantes. A todo lo cual hay que sumarle que China es un régimen totalitario, teóricamente comunista, que desprecia las libertades que en la cultura cristiana occidental consideramos fundamentales y que damos (o dábamos) por hechas.

Una vez que la OMS declara que la epidemia se ha convertido en pandemia, sugiere que copiemos el radical modelo chino de actuación (que escépticamente mirábamos de lejos) para contenerla. También recomienda extrañamente a los médicos que no hagan autopsias. Afortunadamente, unos médicos italianos desoyen esa recomendación y deciden hacerlas, descubriendo que el tratamiento que se estaba siguiendo para contener la enfermedad era contraproducente. Los antivirales no son útiles y los tan ansiados y caros respiradores agravan el problema. Una vez que se sabe todo eso, cuando se sigue un tratamiento con antiinflamatorios y anticoagulantes la mortalidad de los contagiados empieza a descender.

A pesar de que no se encuentra un tratamiento específico adecuado hasta que llegue la esperada vacuna como solución milagrosa, la OMS se obstina en rechazar toda experimentación con tratamientos alternativos, que sin embargo sí pueden recibir aquellas personas que acudan a clínicas privadas.

Un estudio promovido por la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica

(el estudio “Covid-19 Spain”), llevado a cabo en 127 hospitales sobre los primeros 4.035 pacientes de coronavirus ingresados en España, señala que más del 70% tenía alguna enfermedad subyacente, mientras que más del 25% padecía al menos tres enfermedades de base. Las más frecuentes fueron hipertensión arterial, cardiopatía crónica, diabetes, EPOC y obesidad. Y otro dato curioso para dejar aquí expuesto es que el 74% de los fallecidos fueron en residencias. Y de ese 74% de ancianos, más del 90% había recibido la vacuna de la gripe.

Nuevos estudios (ver el siguiente vídeo) encuentran una estrecha relación causa-efecto entre la vacuna de la gripe que se pone a las personas mayores de 64 años y la gravedad de la infección por el SARS-CoV-2.

Por otra parte, las pruebas que se hacen para detectar la infección basadas en los PCR resultan poco fiables (ver este otro vídeo aquíy este otro). Resulta que más del 50% de los resultados son falsos positivos. Así tenemos que dan positivo muestras que existían antes que el SARS-CoV-2 apareciera, o cosas tan dispares como una cabra o una papaya.

Y basados en esos test inadecuados se declara que hay personas asintomáticas y nuevos rebrotes, manteniendo alarmada a la población, cuando el sentido común nos dice que una persona asintomática es una persona sana.

El origen del SARS-CoV-2

Hemos comenzado esta segunda parte del artículo diciendo que existe la posibilidad de que el covid-19 fuera creado en un laboratorio, posibilidad que nuestro sentido común no descarta pero que la OMS y todo el mundo científico afín a dicha organización (la mayoría profesionales con conflictos de intereses) niegan rotundamente. Y esa rotundidad, en vista de lo anteriormente comentado sobre la OMS, resulta más que sospechosa.

Pero no todos los científicos descartan dicha posibilidad. De hecho, hay algunos que afirman y argumentan que ha tenido que ser de esa manera. La lista de los disidentes está encabezada por Luc Montagnier, premio Nobel de Medicina en 2008: “Eso de que el Covid-19 apareció tras una contaminación ocurrida en un mercado de animales salvajes, en Wuhan, es una bella leyenda. Imposible. Los científicos chinos son grandes especialistas. El virus salió de un laboratorio de Wuhan”. Otro ejemplo es Judy Mikovits, bióloga molecular e investigadora médica que fue directora del Instituto Whittemore Peterson en Reno, Nevada. Sus vídeos han sido censurados y ambos han sido ferozmente desacreditados por atreverse a ir contracorriente a pesar de su brillante currículum.

El lobo y el pastor

Tal y como dije anteriormente, teniendo en cuenta el daño ecológico que estamos infligiendo a la naturaleza, reconozco la necesidad de tomar medidas drásticas a nivel global para garantizar la supervivencia de la especie. Ahora bien, no todo vale porque no todo es ético. La élite que tiene el poder para tomar decisiones en ese sentido no está invirtiendo en educación y concienciación sino en estrategias de dominación y control mental.

En el momento de escribir este artículo, en España se supone (en base a las PCRs) que estamos viviendo una segunda ola de covid, llena de asintomáticos y prácticamente sin fallecidos. No obstante, no me cabe duda de que en lo sucesivo van a aparecer más olas y nuevas variantes, hasta que la élite consiga que toda la población mundial esté vacunada con una sustancia cuyo objetivo principal no será la protección ante esa enfermedad.

La opinión de la mayoría no es necesariamente la verdad, porque esa opinión puede haberse formado manipulada e interesadamente desde los grupos de poder. Asimismo, aquellos que dicen hablar en nombre de la ciencia pero no admiten ni dudas ni discrepancias, aunque estas tengan igualmente una base científica, en realidad son adoctrinados adoctrinadores más que verdaderos científicos. ¿Acaso el sanitario que pone una vacuna sabe de verdad que componentes hay en la vacuna que pone?