En el campo terapéutico de la psicodescodificación (biodescodificación, bioneuroemoción, etc.) hay un concepto que se denomina Conflicto de Diagnóstico, que vamos a explicar ahora.
Éste suele darse en enfermedades graves y es la atribución de un sentido a la enfermedad por alguien a quien le hemos otorgado autoridad (un médico o una figura equivalente).

El diagnóstico es un pronóstico
que contamina y agrava el futuro de la enfermedad diagnosticada. “¡Usted tiene cáncer!” Una frase demoledora basada en una creencia predictiva y que se instala en la mente del paciente, provocándole pavor y acarreando nefastas consecuencias.
No es infrecuente el caso de que a una persona aparentemente sana (asintomática) en un chequeo rutinario le encuentren un tumor y, ante el pánico frente a ese diagnóstico, aparezcan entonces los síntomas, a la par que empieza el agresivo tratamiento, acabando ambas cosas por empeorar el tumor e incluso generarse una metástasis que le lleva, desde su asintomatología, a la muerte. Según opina el doctor Fernando Callejón y otros, esa metástasis mortal la ha producido el miedo y no el tumor original.
Los miedos no son la causa originaria de los síntomas pero pueden despertarlos y agravarlos (la angustia de estar separado, por ejemplo). Recordemos que el inconsciente es muy poderoso, y lo es en ambas direcciones: para lo bueno y para lo malo.

El miedo agrava los síntomas
En ese sentido, hay que saber que aquellos miedos a hechos que no afectan al cien por cien de las personas, no son verdades infalibles sino creencias. Por ejemplo, no todo el mundo que recibe quimioterapia vomita y se le cae el pelo.
El miedo, en general, es una proyección hacia el futuro de algo que, por la razón que sea, nos produce temor. Es un resentir imaginario sobre el que no tenemos control. Ese miedo acarrea tres circunstancias agravantes:
– Va a incrementar la simpaticotonía del cuerpo (la intensidad y duración de la fase activa de la enfermedad).
– En consecuencia, intensifica los síntomas y estos pueden adquirir una gravedad más exagerada de la que provocaría la enfermedad de forma natural.
– Bloquea el resentir inicial. Es decir, el conflicto emocional original que provoca la enfermedad queda enmascarado entre una maraña de síntomas secundarios y, al no poder detectar dicho conflicto y afrontarlo, los síntomas evolucionan avanzando en su gravedad.

El conflicto de diagnóstico es un conflicto limitante
que impide la mejora del primer conflicto. Más aún, como hemos dicho, se ha comprobado que causa metástasis (en los pulmones o el estómago generalmente) por el miedo que se instala en el cuerpo al escuchar la frase demoledora. Por el contrario, el efecto placebo también es real y tiene efectos positivos.
En terapia, hay que averiguar en primer lugar si la persona que acude a la consulta tiene ese conflicto. Entonces se le informa de qué es la psicodescodificación, del sentido profundo de su enfermedad y el porqué su cuerpo ha actuado así. De esa manera, con esa nueva información, pretendemos devolver el poder al paciente, instalando nuevas creencias positivas sobre que la situación de su enfermedad puede ser reversible desde una nueva óptica, para que toda la maquinaria se ponga en marcha hacia la solución.
El momento del diagnóstico fatal se va a tratar como un bio-shock, y haremos una terapia normal sobre ese bio-shock: liberando el resentir, etc.
Joaquín Ferrer

