La biodescodificación del útero y los ovarios

EL ÚTERO

Para la mujer, el útero simbólicamente representa la casa, el hogar, el nido. Para la madre específicamente, representa la concepción, la recepción y la organización del nido para el hijo que llega; el territorio y la responsabilidad y capacidad de organizarlo. Las intrusiones en el territorio y todo lo que pueda limitar o condicionar esa capacidad de organizarlo libremente afectará emocionalmente a la mujer y, por ende, se reflejará en su biología. Además, al ser el órgano de la menstruación, los problemas relacionados con el útero generan alteraciones directas en la regla, afectando su periodicidad, su regularidad, su duración y su intensidad, por lo que pone de manifiesto cómo vive la mujer su feminidad, su sexualidad y su rol como madre, educadora y esposa.

Sus conflictos pertenecen a la1 ª, 3 ª y 4 ª Etapas Embrionarias

Conflictos de supervivencia, perpetuar la especie, descendencia. Conflicto de vivir fuera de la norma. Mi casa. Conflicto de frustración y territorio sexual.

Son conflictos relacionados con la fabricación de niños: Memorias de embarazos que han ido mal. Muerte de recién nacidos, malformaciones en recién nacidos, abortos que se producen de forma clandestina, memorias de madres que han muerto al dar a luz…

Fases de la enfermedad

Simpaticotonía: En fase de conflicto activo de 1ª etapa se produce proliferación celular (tumor) en la mucosa uterina. En 3ª etapa se produce necrosis de la musculatura uterina. En 4ª etapa se produce ulceración del cuello uterino. Las pruebas de Papanicolaou dan positivas.

Vagotonía: En fase de reparación del conflicto, el tumor es descompuesto por bacterias y se elimina produciendo sangrado (más abundante en las mujeres premenopaúsicas). Si las tubas uterinas están involucradas pueden aparecer hongos produciendo cándidas. En la 3ª etapa se produce formación de miomas o miosarcomas para recuperar la musculatura. En la 4ª etapa hay proliferación celular (cáncer cervicouterino) por el virus del papiloma humano.

El sentido biológico del Útero

es “mi hogar”. Y a la vez, es el lugar donde se crean las nuevas vidas. En la 1ª etapa: fabrico más endometrio (mucosa que recubre el interior del útero) para reproducirme mejor, genero más “casa” para el bebé. En el endometrio podemos encontrar conflictos que cubren todo el proceso del embarazo, o sea, desde la concepción (conflictos sexuales) hasta el parto (conflictos de pérdidas, de estar fuera de las normas o de nidificación imposible). La 3ª etapa tiene el sentido de hacer el músculo uterino más fuerte para “sostener” mejor al feto. Y la 4ª etapa se relaciona con el cuello del útero.

Conflicto de la mucosa (1ª etapa)

Conflicto de sexualidad sucia en relación a la reproducción o la descendencia.

Conflicto de pérdida vital con impotencia. Cuando la abuela siente que debe hacer el papel de madre le pueden surgir problemas en el endometrio. Y también con el conflicto de pérdida de “nietos”.

Conflicto de familia fuera de la norma.

Conflicto ligado a no aceptar la vida sexual que llevan los hijos o los nietos (identificación).

Son conflictos de diario, por lo tanto la pregunta clave es: “¿qué es lo que siempre estas pensando, desde que te levantas hasta que te acuestas?”.

  • Hipertrofia de la mucosa: Deseo de tener un hijo en edades avanzadas.
  • Descenso de la matriz: Impide realizar el acto sexual. Conflicto con los hijos que son demasiada carga para nosotras.
  • Prolapso uterino: Conflicto de desvalorización y miedo por el embarazo (por tenerlo o por perderlo).
  • Retroversión uterina: No hice el hijo con el hombre que realmente amo. Hijo concebido en el rechazo.
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ENDOMETRIOSIS

El endometrio es la capa mucosa que recubre el interior del útero. Durante la ovulación, esta capa se engrosa para recibir el óvulo fecundado y favorecer su adecuado desarrollo. Durante los ciclos menstruales que terminan sin fecundación esta capa es eliminada junto con el flujo sanguíneo de la regla.

1 ª Etapa Embrionaria. Conflicto de supervivencia, reproducción. Miedo al parto o a la concepción. También ocurre por rotura de quiste en fase de reparación de un conflicto de cáncer de ovario.

El desarrollo excesivo de esa mucosa y su expansión a otras zonas próximas se conoce como endometriosis. Cuando el tejido endometrial aparece en la vesícula, que representa el órgano vinculado a la organización y marcado de territorio, se trata de conflictos surgidos habitualmente en el hogar o en el trabajo. Si el tejido endometrial se desplaza hasta los ovarios es porque la mujer ha vivido o está viviendo un conflicto de pérdida, probablemente un aborto o la muerte prematura de un hijo. En estos casos suele haber memorias transgeneracionales de niños fallecidos al nacer o en la primera niñez.  Cuando la endometriosis se manifiesta en el recto siempre hay detrás situaciones que la mujer ha vivido como traición y golpe bajo por parte de su pareja.

La endometriosis pone de manifiesto que la mujer siente que no dispone del nido o la privacidad adecuados para procrear. Puede tratarse de un hogar inadecuado, un ambiente familiar tóxico o la presencia de otras personas, como por ejemplo la familia política. Todo ello limita la capacidad y la libertad de la mujer para organizar su territorio y sentir que éste reúne las condiciones idóneas para que crezca su hijo.

Más habitualmente, la endometriosis responde a memorias transgeneracionales y de Proyecto Sentido surgidas de muertes ocurridas en partos anteriores o partos que resultaron peligrosos. Puede tratarse incluso de la memoria del propio parto de la mujer que sufre endometriosis si éste implicó un sufrimiento excesivo y dolor tanto para ella como para su madre. La memoria celular de esa mujer guarda latente toda esa información que se activa y manifiesta cuando anhela ser madre; memoria que puede llegar a obstaculizar ese deseo a través de su biología para evitar la posibilidad de repetir episodios de dolor y peligro. La mujer desea tener un hijo; pero hay algo más fuerte y profundo que lo impide. Es un miedo inconsciente que bloquea su deseo.

Cuando el endometrio crece en exceso sin desplazarse fuera del útero puedo dar lugar a la aparición de pólipos que se incrustan en la pared del útero. La presencia de estos cuerpos extraños en el útero no suele manifestar síntomas, pero sí puede provocar irregularidades en la intensidad y la periodicidad de la regla, así como metrorragias o sangrados vaginales desvinculados de la menstruación. Los pólipos endometriales son causa probable de infertilidad porque comprometen seriamente la posibilidad de quedarse embarazada y dificultan el mantenimiento de embarazos en curso. Los pólipos endometriales ponen de manifiesto la inseguridad de la mujer sobre su capacidad para llevar a cabo el embarazo. También evidencian sus dudas para comprometerse plenamente con su pareja, así como sus miedos ante la posibilidad de recibir a su hijo en un ambiente familiar o en un hogar inadecuados.

ENDOMETRITIS  (inflamación sistemática del endometrio).

Fase de curación de un conflicto de endometrio con ira y rabia.

MÚSCULO LISO DEL ÚTERO

Capa intermedia del útero formada por musculatura lisa. Músculo muy flexible que interviene en las contracciones del parto.

3 ª Etapa Embrionaria. Conflicto de desvalorización respecto a tener hijos: Desvalorización por no quedar embarazada, no tener la familia deseada para el bebé, o no tener el bebé. Un aborto, un aborto espontáneo, bebé muerto (duelo no llevado). Deseo de un embarazo ideal.

Su sentido biológico es hacer el músculo uterino más fuerte (en fase de reparación) para “sostener” mejor al feto. El músculo uterino es el más fuerte y potente del cuerpo de la mujer.

Tiene dos sentidos interpretables: El primero es el de evitar tener hijos. El segundo sentido corresponde a sustituir al hijo que no puedo tener pero deseo tener (el mioma es el bebé que no tuve). Conflicto de no poder aceptar un hijo en el útero (por ejemplo por la memoria de un aborto). Conflicto de no poder, no deber llegar a la consumación del acto sexual. Conflicto con la pareja: “No soy capaz de encontrar una pareja”. Memoria de partos muy largos.

Perforación del útero: No quiero volver a quedar embarazada”.

CÁNCER DE ÚTERO

Además de un conflicto de supervivencia, puede tratarse de un sarcoma uterino (3ª etapa), que se forma en los tejidos musculares y suelen aparecer ya en la menopausia, o un cáncer de endometrio (4ª etapa) que se forma en el tejido que recubre el útero.

Conflictos de supervivencia, perpetuar la especie, descendencia. Conflicto de vivir fuera de la norma. Mi casa (si la tengo, cómo la tengo y si la puedo organizar como siento que necesito hacerlo).

Como el sentido biológico del útero es “mi hogar” o “la primera casa” y, a la vez, es el lugar donde se crean las nuevas vidas, en la 1ª etapa: fabrico más endometrio para reproducirme mejor, genero más “casa” para el bebé. En 3ª etapa (músculo liso) se trata de hacer el músculo uterino más fuerte para “Sostener” mejor al feto. Y en 4ª etapa es el cuello del útero.

Por lo tanto, en fase de conflicto activo (simpaticotonía) de 1ª etapa se produce proliferación celular (tumor) en la mucosa uterina. En 3ª etapa se produce necrosis de la musculatura uterina. Y en vagotonía o fase de reparación del conflicto, el tumor es descompuesto por bacterias y se elimina produciendo sangrado (más abundante en las mujeres premenopausicas). Si las tubas uterinas están involucradas pueden aparecer hongos produciendo cándidas.

Fibromas y quistes

Los fibromas uterinos revelan a menudo un rechazo profundo de la mujer a comprometerse plenamente con su pareja o amante. También revelan la existencia de un rencor reprimido y cuando aparecen en el útero es porque ese resentimiento va dirigido hacia la pareja. Son agravios y desplantes que se repiten o se mantienen en el tiempo. La mujer se siente lastimada, injustamente atacada en su integridad. Durante mucho tiempo madura ese resentir reprimido que acaba solidificándose. Los quistes son penas y rencores acumulados durante largo tiempo con los que simbólicamente la mujer pretende amortiguar esos golpes y los que puedan llegar.

Los quistes pueden ser también pesares y dolores acumulados y sostenidos en el tiempo por el fallecimiento de un hijo, por haber sufrido un aborto, por haber dado un hijo en adopción e incluso por la separación de un hijo hospitalizado durante sus primeras semanas o meses de vida. La mujer con quistes en su útero debe tomar conciencia de su situación y dejar de creer que es mejor madre y persona por conservar su dolor por el hijo perdido.

Miomas

Son tumores benignos que se forman en el útero en mujeres fértiles y maduras, raramente en menores de 20 años o en mujeres menopáusicas. Habitualmente, la presencia de miomas provoca infertilidad y pueden llegar a ocasionar también abortos, así como partos prematuros.

En los casos de miomas uterinos son muy habituales las situaciones de frustración sexual. Mujeres que sufren porque no pueden llegar a disfrutar o consumar el acto sexual. Conflictos también en los que la mujer sufre una angustia profunda porque se siente incapaz de encontrar pareja y, en consecuencia, se ve privada de la copulación. En el fondo, los miomas uterinos son un programa biológico ante un conflicto de territorio; falta algo, hay un vacío en la casa –el útero- que inconscientemente lleva a la mujer a rellenarlo.

Los fibromas, miomas o cáncer de útero muchas veces se tienen cuando la mujer ha perdido el feto. También cuando ha terminado una relación sexual y quería tener un bebé con el macho, pero éste la ha dejado.

Hay cánceres de útero después de una menopausia. En la evolución somos abuelos, es la protección de los nietos: “Mis hijos no tienen niños”.

El cáncer siempre señala un conflicto de larga duración y que sentimos como de vital importancia.

CÁNCER DE CUELLO DE ÚTERO

4 ª Etapa Embrionaria. Conflicto de frustración y territorio sexual. Simpaticotonía: En fase de conflicto activo se produce ulceración del cuello uterino. Las pruebas de Papanicolaou dan positivas. También se produce necrosis de las venas coronarias. Vagotonía: En fase de reparación del conflicto hay proliferación celular (cáncer cervicouterino) por el virus del papiloma humano. Se produce sangrado de las úlceras del cuello uterino cosa que es una buena señal. Se producen pérdidas vaginales y vuelven las reglas y la ovulación.

Como hemos dicho reiteradamente, el útero es “la primera casa” y tiene que ver, evidentemente, con los hijos. El sentido de un cáncer de cuello de útero es el de reconstruir, cambiar, remodelar… la casa, en un contexto de “hijos” (ya sean reales o simbólicos). Debemos reponer los hijos (en caso de pérdida): la hormonación que produce el cáncer tiene también la función de atrae al macho. De hecho, si tras un conflicto de pérdida, el macho fecunda a la hembra, el cáncer no llega a desarrollarse.

Según el doctor R. G. Hamer, se trata de un conflicto sexual de frustración asociado a un conflicto de territorio con desamparo.

Siempre encontramos historias de separación: “no he sido la elegida para procrear, soy la segunda”. Todo en un contexto de suciedad.

ÚTERO BÍFIDO (útero con dos cavidades)

1 ª Etapa Embrionaria. Conflicto de memoria de muerte en la familia (guerras, catástrofes, hambre). Conflicto de miedo a la extinción del clan. O el mismo conflicto resuelto en la posición contraria: “¿para qué tener hijos si los van a matar?”. Transgeneracional, proyecto sentido.

Su sentido biológico es reproducirse más rápidamente aunque, paradójicamente, el resultado suele ser infructuoso en el ser humano por el riesgo de aborto, parto prematuro, mala posición del bebé al nacer u otros problemas durante el embarazo. Algunos animales como los conejos tienen un útero bífido, esto les permite quedar embarazados por segunda vez antes de haber dado a luz la primera camada.

LOS OVARIOS

Pareja de órganos sexuales femeninos localizados a cada lado del útero en la cavidad pélvica superior.

1 ª y 3 ª Etapas Embrionarias. Conflicto de pérdida vital. Conflicto feo con culpabilidad.

OVARITIS (Inflamación de uno o de los dos ovarios)

Conflicto de miedo a una pérdida dramática y vital más lucha con enfrentamiento para impedirla con sentimientos de ira y rabia. Determinación de no ser llevada por delante.

OVARIOS POLIQUÍSTICOS

Presencia de varios quistes duros de diversos tamaños en los ovarios.

Conflicto de miedo a no quedar embarazada. Conflicto de mujeres sometidas a su loba interna. Mujeres que tienen maridos inmaduros emocionalmente (que difícilmente puedan ser padres). También en mujeres celosas, controladoras y con exceso de responsabilidades.

Sentido biológico: En este caso la solución al miedo es fertilizar al máximo el huevo e impedir el control de los períodos para facilitar así un embarazo.

Joaquín Ferrer

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La biodescodificación de la menopausia

La menopausia marca una etapa importante en la vida de toda mujer coincidiendo con la llegada de la madurez. Supone el cese permanente y definitivo de uno de los signos más evidentes de su feminidad y de su capacidad para generar vida: la menstruación. Representa, de forma fehaciente e inequívoca, el acceso a la fase crepuscular en la vida de toda mujer, con implicaciones anímicas, psicológicas y fisiológicas.

Es un proceso que se desarrolla a lo largo de varios años

pero que normalmente se inicia cuando el período menstrual comienza a perder su habitual regularidad. La menopausia es el resultado de una progresiva disminución de los niveles de estrógenos y progesterona. Estos cambios hormonales tienen repercusiones importantes en el cuerpo de la mujer. Tanto los estrógenos como la progesterona son vitales para el mantenimiento en estado óptimo de la vagina y el útero. Asimismo, estas hormonas son cruciales para el mantenimiento de un ciclo menstrual normal.

La medicina académica considera que un nivel adecuado de estrógenos es fundamental para la buena salud de los huesos y también ayuda a que la mujer mantenga un correcto nivel de colesterol.

Habitualmente, la menopausia se presente entre los 45 y los 55 años

Sin embargo, la medicina considera que algunos hábitos y diversas circunstancias pueden adelantar su aparición. Entre ellos, quizá el más importante es el consumo habitual de tabaco por las deficiencias de estrógenos que provoca. Se calcula que la menopausia se presenta alrededor de tres años antes en las mujeres fumadoras. En sentido contrario, está demostrado que la actividad física realizada de forma habitual contribuye a retrasar la menopausia, además de proteger contra la osteoporosis.

Un caso extremo es el de la Menopausia Precoz

Cuando ésta aparece entre los 35 y los 40 años. Aparte de circunstancias quirúrgicas, este adelanto poco habitual se considera médicamente que puede deberse a fallos ováricos prematuros o a la enfermedad celíaca no tratada, “sin embargo, tras esas hipótesis médicas, la psicodescodificación descubre ciertos patrones emocionales que también explican su temprana aparición, partiendo de la base de que todo problema menstrual en la mujer indica que tiene dificultades para aceptar su feminidad, sobre todo después de la adolescencia.

La gama de conflictos psicoemocionales que pueden dar lugar a la menopausia precoz es amplia: Rechazo a la feminidad (sentir que ser mujer es un inconveniente). Rechazo a la sexualidad (por motivos religiosos u otros). Memorias transgeneracionales de sufrimiento en las relaciones amorosas de las mujeres del clan. Rechazo a tener hijos. Memorias de hijos abandonados o forzados a dar en adopción (decido no tenerlos para no perderlos), etc.” (Joaquín Ferrer. La psicodescodificación de las enfermedades).

Los cambios físicos que comporta la menopausia

suponen factores de riesgo cardiovascular y para otras enfermedades, como la diabetes, porque los cambios hormonales acaban afectando muchas veces el normal equilibrio de la glucosa. Pero estos cambios físicos también pueden representar serios traumas estéticos con claras repercusiones emocionales, anímicas y psicológicas. Muchas mujeres viven esos cambios de su figura corporal con inestabilidad emocional e irritación, porque se ven forzadas no solo a asumir la declinación de su fertilidad sino también a considerar su reubicación social e incluso familiar.

Estos cambios también afectan a cómo vive la mujer su sexualidad. Ésta no desaparece, pero sí disminuye el deseo y requiere más estímulos para alcanzar un orgasmo que, en cualquier caso, será menos vigoroso que antaño. Todo ello puede sumir a la mujer en una sensación de inestabilidad y angustia acentuada por los sentimientos de desvalorización.

“Toda mujer, cuando le llega la menopausia, tarde o temprano se acaba haciendo las mismas preguntas:

‘¿sigo siendo válida?’, ‘¿sigo siendo deseable?’, ‘¿me encuentro bien físicamente?’. Porque en el fondo se manifiesta siempre el miedo a envejecer, el recuerdo de etapas pasadas y la angustia de dejar de ser deseable, atractiva. En definitiva, la menopausia frecuentemente provoca un rechazo de la mujer hacia sí misma; una desvalorización por la pérdida de atributos y funciones pasadas” (Jesús Casla)”.

La osteoporosis que llega con la menopausia

desde una interpretación estrictamente biológica, pone de manifiesto esa desvalorización interna que vive y siente la mujer. Asume ese proceso en soledad y llena de dudas. No se siente apoyada y posiblemente tampoco comprendida en su entorno familiar. Y en esa situación no le resulta emocionalmente sencillo adaptarse e integrar sus nuevas circunstancias.

La menopausia conlleva también una marcada tendencia al aumento de peso

respuesta biológica de la mujer que afronta con temor, desasosiego e incertidumbre esa nueva etapa de su vida. Si, en lugar del incremento de peso, se observa una redistribución del tejido graso -que se acumula principalmente en las caderas-, la mujer manifiesta inconscientemente un ansia de proteger o resaltar su feminidad en todo ese proceso de cambios físicos y anímicos que la llevan a dudar si resulta atractiva y deseable.

En general, los síntomas físicos más habituales de la menopausia son

las alteraciones del sueño (insomnio) y los sofocos (sensación de calor y ansiedad con sudoración y palpitaciones). También hay sequedad vaginal y dolor durante el coito, además de los ya mencionados: descalcificación, aumento de la grasa corporal en algunos casos, disminución de la intensidad sexual, etc.

Otra consecuencia de esos síntomas es que la mujer puede sentir frustración sexual y tener sentimientos de culpabilidad por no poder atraer al macho o por haber perdido el atractivo físico.

Los sofocos, de alguna manera, son indicativos de dicha frustración, ya que los “calores” incitan al impulso primario de desvestirse, de arrancarse la ropa, para captar la atención y generar deseo en su pareja.

Para prevenir todos estos problemas

lo adecuado es disfrutar de la cualidad femenina plenamente antes de llegar a la menopausia.

La mujer que ha disfrutado plenamente de su sexualidad, seguramente no sufrirá de “calores” en la menopausia.

La mujer que ha satisfecho su deseo de tener hijos, lo más probable es que no tenga que padecer un tumor en la matriz simbolizando un embarazo.

En cuanto a la descalcificación de los huesos, las mujeres en la antigüedad, cuando la menopausia era un ciclo biológico asumido con más naturalidad, no hay constancia de que se fracturaban especialmente los huesos al llegar a esa etapa.

La menopausia es una transición natural

que ofrece múltiples posibilidades a la mujer; pero el hecho de poder disfrutarlas pasa necesariamente por la aceptación de que la juventud pasó, y que el nuevo escenario debe afrontarse con la sabiduría y la serenidad que aporta la edad y la experiencia para poder obtener el máximo provecho de él.

La menopausia trae consigo la posibilidad de disfrutar de una sexualidad sin riesgo y librarse de las molestas reglas. “También puede considerarse el puente, a través del cual, la mujer debe pasar de una vida que ha estado basada en lo exterior a reorientarse y buscar apoyo, exclusivamente, en su mundo espiritual interno” (Conocernos. Joman Romero).

Joaquín Ferrer