La biodescodificación de la vesícula biliar

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La Vesícula biliar es un pequeño órgano en forma de pera que está unido al hígado y al duodeno por las vías biliares. En ella se acumula la bilis segregada por el hígado para digerir las grasas, y esta es retenida hasta verterla en la digestión cuando sea necesario.

Simbólicamente, es como una carga de agresividad que se retiene para utilizarla en el momento oportuno.

Conflicto emocional relacionado con un Profundo Rencor

En consecuencia, los problemas de la vesícula están asociados a algo que he vivido o estoy viviendo con rencor, y no puedo dejar de pensar en ello.

Según la Biodescodificación puede ser una mezcla de odio, rencor, rabia, ira, resentimiento, indignación… sentimientos que se “guardan” hacia una persona, varias personas y, en ocasiones, a uno mismo por no ser capaz de resolver el conflicto o de tomar las decisiones correctas.

La Vesícula pertenece a la 4ª etapa embrionaria y tiene que ver con “la relación”. No es de extrañar entonces que los problemas en la Vesícula se desencadenen a partir de malas relaciones con los demás o con uno/a mismo/a, aunque ese resentimiento también puede darse frente a circunstancias adversas.

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Un problema de Vesícula puede señalar una gran pérdida

Pérdida o invasión de territorio, pérdida de alguien muy querido que se fue, etc. El problema que afecta a la Vesícula no es tanto la perdida en sí sino sentir que te han abandonado, es en qué situación te deja la perdida. Es el rencor, la rabia, el resentimiento por lo que ha pasado.

También puede haber un conflicto de falta de identidad (“ya no sé quién soy”) o de no tener derecho a hacer (pensar, opinar, sentir) lo que uno quiere. Asimismo puede indicar celos profesionales o sentimiento de traición.

Conductos biliares intrahepáticos: expresan un sentimiento de carencia (comida, dinero, etc.) y cólera.

Vía biliar extrahepática: Fuerte emoción de cólera.

Vías pancreáticas: Sentimiento de carencia unido al de injusticia.

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Cálculos biliares

Se denomina cálculo a una pequeña piedrecilla que se origina por una acumulación de sales minerales o sustancias orgánicas y que se forma en ciertas situaciones anormales. Se pueden formar en los riñones, la vesícula biliar, la próstata, etc.

Según el lugar del cuerpo donde se formen los cálculos, su significado metafísico varía. En general, para que se acumulen suficientes depósitos para formar una o más piedras, la persona debe alimentar durante mucho tiempo fuertes pensamientos de agresividad o descontento, de envidia o celos. Estos pensamientos se conservan secretos, sin expresarlos en absoluto. La persona rígida que reprime sus sentimientos es más susceptible de formarlos.

Los cálculos biliares a menudo se deben a un “error de cálculo”. Esto quiere decir que la persona piensa de una manera y actúa de otra. Por ejemplo, quiere avanzar y se deja detener por otros, o quiere avanzar y no actúa. Esto provoca pensamientos de descontento y agresividad que se acumulan y se endurecen en su interior. A esta persona le beneficiaría dejar de calcular tanto y actuar según sus deseos.

Sentido emocional: Amargura, juicios condenatorios, agresividad reprimida, pensamientos rígidos, orgullo.

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Si tienes algún problema de Vesícula, y no te reconoces en ningún caso anterior, puede que estés repitiendo algún programa de un familiar, un antepasado de tu árbol genealógico. Comprueba si tus fechas de nacimiento coinciden con algún antepasado que pasara por una circunstancia, de las que he comentado antes, y haz algún trabajo psicomágico para liberar ese programa.

PERDONAR Y DEJAR IR

Hay que tener en cuenta que el inconsciente no distingue entre lo real y lo simbólico. Así que, si algo lo sientes como real, será real para tu inconsciente. Él se encarga de compensar, con enfermedad, lo que como demanda emocional recibe. Despréndete de todo lo que no necesites, vive sin miedo y con consciencia cualquier proceso en tu vida.

El grado de odio y rencor para dañar la vesícula debe ser exagerado y, además, tienes que quedarte estancado/a en el sentimiento de odio y rencor, tras el conflicto vivido, sin hacer nada para soltar esa energía destructiva.

Hay que mirar hacia delante y dejar rencores atrás, de lo contrario, te estarás auto destruyendo. Llevas una mochila a tus espaldas que al final pesa y te pasa factura.

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Si algo pasó en tu vida que te dejó tocada/o, y puedes hacer algo por cambiarlo, hazlo. Si ya no se puede hacer nada, déjalo ir.

No te estoy pidiendo que seas “pasota”, ni que en su momento no te sintieras mal si alguien hizo algo que te dolió, lo que trato de decirte es que “aprendas la lección” y sigas tu camino sin el peso del rencor.

Para sanar los problemas de Vesícula (y todos en general) hay una maravillosa herramienta: EL PERDÓN. Perdonar el conflicto, perdonar la situación, perdonar a la persona o personas, y sobre todo, PERDONARTE TÚ.

No Perdonar es como tomarte tú un veneno esperando que muera la otra persona.

Joaquín Ferrer

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La biodescodificación del estómago

El sentido biológico del aparato digestivo es la aceptación, y su conflicto es la dificultad o imposibilidad de digerir alguna circunstancia.

El estómago se lo traga todo, digiere las ideas y experiencias nuevas que tenemos. ¿Qué (o quién) es lo que usted no puede tragar? ¿Y lo que le revuelve el estómago? Cuando hay problemas de estómago, eso significa generalmente que no sabemos cómo asimilar las nuevas experiencias: tendremos miedo, rabia u otra emoción desagradable. Por ejemplo, cuando empezaron a popularizarse los aviones comerciales, la idea de meternos en un gran tubo metálico que debía transportarnos sanos y salvos por el cielo era nueva y difícil de asimilar. En cada asiento había bolsas de papel para vomitar, y se usaban frecuentemente. Ahora, muchos años después, sigue habiendo bolsas en todos los asientos, pero rara vez alguien las usa, porque ya hemos asimilado la idea de volar.

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Problemas de estómago

No asimilación de la realidad que nos rodea. Preocupaciones que desbordan nuestras emociones. Necesidad de amor y alimento espiritual. Conflicto entre lo que queremos y lo que vivimos. Reacciones negativas frente a la realidad (presente o en un hipotético futuro). Miedo visceral, angustia, ira o quejas. Incapacidad de digerir, asimilar lo nuevo en nuestra vida. Temor a lo nuevo. Falta de aceptación. Contrariedad familiar. Miedo arcaico a morir por inanición. Conflicto de no poder digerir el pedazo. Conflicto relativo a personas o situaciones con las que debemos codearnos por obligación. Contrariedad por el territorio.

Resentir

“Quiero evitar algo que me imponen». «No puedo digerir aquello que me imponen». He cogido el pedazo, me lo he tragado, pero no lo puedo digerir». «No tengo lo que quiero y tengo lo que no quiero».

Según el grado de “indigestión” puede manifestarse desde acidez a úlcera hasta llegar a una tumoración (intento desesperado de supervivencia).

Las personas aquejadas de trastornos digestivos deben hacerse las preguntas siguientes:

  • ¿Qué es lo que no puedo o no quiero tragar?
  • ¿Me consumo interiormente?
  • ¿Cómo llevo mis sentimientos?
  • ¿Qué me amarga?
  • ¿Cómo llevo mi agresividad?
  • ¿En qué medida huyo de los conflictos?
  • ¿Hay en mí una añoranza reprimida de un paraíso infantil sin conflictos en el que se me quería y mimaba sin que yo tuviera que abrirme paso a mordiscos?

SOLUCIÓN POSIBLE: Relajación profunda. Autoconocimiento y conocimiento de los demás. Equilibrio interior.

Louis L. Hay recomienda como nuevo modelo mental: «Digiero la vida con facilidad. La vida me sienta bien. Asimilo los nuevos momentos que me ofrece cada día. Digiero todas las nuevas experiencias en paz y con alegría. Todo está bien.»

Joaquín Ferrer

MÁS CONFLICTOS EMOCIONALES QUE AFECTAN AL ESTÓMAGO

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El origen emocional de la Diabetes

Son varios los tipos de diabetes e, igualmente, variados los conflictos emocionales susceptibles de causar esos tipos de diabetes. Por ello, la exposición de las causas emocionales de la diabetes es más bien compleja. A pesar de ello, el propósito de este artículo es describir dichas causas de la manera más sencilla y clara posible, a la par que completa. De todas maneras, quien después de leerlo aún quiera profundizar más en matices técnicos puede leer, por ejemplo, este Otro Artículo.

La explicación sencilla

del proceso biológico que lleva a sufrir diabetes, sería la siguiente: El azúcar es energía, con el significado añadido de “dulzura” o ternura. Esa energía que injerimos al comer, el cuerpo la transporta por la sangre hacia los órganos porque la necesitan para funcionar bien.

Ahora bien, cuando nos encontramos en una situación tensa o peligrosa que nos provoca alerta, y el cuerpo reacciona a ella preparándose para huir o para luchar inminentemente, entonces el azúcar permanece puntualmente en la sangre para estar disponible de forma inmediata cuando haya que huir o afrontar el ataque, y así poder hacer esas acciones con mayor fuerza y rapidez.

Sin embargo, si esa huida o ese ataque no se produce pero el cuerpo, aunque sea inconscientemente, sigue en estado de alerta y tensión, el azúcar se mantiene en la sangre. Como consecuencia de esa situación que se cronifica aparece la enfermedad: a los órganos les va faltando energía y con el tiempo empiezan a tener problemas de funcionamiento (ojos, riñones, nervios, piel, corazón y vasos sanguíneos).

También puede ocurrir que la persona, por la razón psicológica que sea, se desvalorice o autocastigue creyendo que no tiene derecho a gozar de los placeres de la vida o de los afectos; que la “dulzura” es peligrosa o que no tiene derecho a recibir dulzura (afecto). En este caso, la biología reacciona de forma semejante a la anterior y no lleva suficiente azúcar a los órganos porque hacerlo sería aportarles la dulzura que se niega a recibir. Y el azúcar se queda igualmente en la sangre.

En ambas situaciones, el conflicto básico es de Resistencia. Por miedo, desvalorización o autocastigo no se pasa a la acción. No se huye, no se lucha, no se acepta el afecto… Olvidando que todo aquello que queremos hacer y no hacemos nos quita alegría y nos vuelve amargos.

Ahondando en la correlación entre diabetes y dulzura

y la simbología de ésta como “afecto”, la diabetes también puede señalar a la persona que tiene una gran necesidad de cariño pero que, por diversas razones (heridas anteriores, miedo a sufrir, etc.), se niega a recibirlo. De esa manera, la dulzura desaparece dejando sitio a la tristeza y la amargura. En consecuencia, la persona opta en muchas ocasiones por comer azúcar bajo todas las formas posibles para compensar esa falta de afecto.

Por otra parte, la diabetes suele relacionarse a menudo con conflictos familiares latentes, ya que la persona diabética evita manifestar dichos conflictos para que la familia no se divida. Es decir, mantener la “dulzura” en la sangre ayuda a suplir la falta de ella en la familia. “Necesito aguantar esta situación para evitar que se separe la familia”.

Conflicto de Asco o Rechazo

Hay otro tipo de conflicto que también puede producir diabetes, pero por razones diferentes. Son los conflictos basados en el Asco o la Repugnancia.

Cuando vivimos una situación que nos produce mucho asco o rechazo, la sangre se vacía de azúcar porque instintivamente éste acude en masa a los órganos para protegerlos endulzándolos. Por lo tanto, lo que se produce en primera instancia es una bajada de azúcar: hipoglucemia. Ahora bien, cuando la situación no se soluciona sino que se prolonga en el tiempo, la persona siente la necesidad de comer y beber más azúcar del que necesitaría en condiciones normales, para paliar esa sensación de asco que hemos comentado. En consecuencia, su nivel de azúcar en el cuerpo se eleva y, con él, también lo hace su azúcar en sangre lo que le acaba provocando hiperglucemia: diabetes.

Otras causas de la diabetes

– Frecuentemente relacionada con tristeza profunda que se produce después de un acontecimiento tras el cual se siente rencor hacia alguien o contra la vida.

– Nostalgia de lo que pudo haber sido. Gran necesidad de controlar. Tristeza profunda. Ni restos de dulzura.

– Indica un deseo de ser amado, combinado con una inhabilidad para dejarse amar. El resultado es «hiperacidez» o sea, los que no aman se vuelven ácidos. Les falta el dulzor de la vida y se quedan atrapados en el pasado o añorando el amor que no pueden dar.

Diabetes de origen Transgeneracional

Además de todo lo expuesto, la diabetes también puede tener un origen transgeneracional, lo que médicamente se traduce en el concepto de predisposición genética.

Por ejemplo, en ocasiones las madres se ven en la necesidad de educar a sus hijos solas, sin una pareja a su lado y la mayoría de las veces se acusa al hombre por abandonar el hogar o por no hacerse responsable. Esto genera una profunda tristeza, con la percepción de la falta de alegrías de la vida, que puede predisponer a padecer diabetes.

Esta situación suele repetirse en todo el sistema, es como si los hombres no tuvieran permiso de permanecer; la bisabuela, la abuela, las tías y las madres tienen la misma situación. Y es con esta repetición que observamos las implicaciones sistémicas que a la larga no sólo afectan emocionalmente, sino psíquica y corporalmente. Terminando por afectar la salud de los miembros de la familia.

Tipos de diabetes con origen transgeneracional o en el proyecto de vida de los padres.

– Relación conflictiva con la madre: no sentirse amada por ella o sentirse excesivamente controlada por ella. Puede que sea una madre agresiva, que carga su frustración (de no tener pareja) en sus hijos.

– Necesidad de amor insatisfecha por ausencia del padre: Deseo de sentirse amado y aceptado. Sensación de soledad e incomprensión. Sentir que el padre se ha ido por su culpa. Y cuando lo ve (si es que tiene contacto con él) percibe que el padre prefiere a otro/a en lugar del hijo.

– Creación de barreras y corazas (frustración al no poder expresar sus sentimientos): que puede originar un mal carácter y un comportamiento agresivo para no mostrar su necesidad de amor. Inclusive se puede llegar a maltratar a los hijos porque se siente que estos no le aprecian o le valoran.

– Resentimiento con la vida: al considerar que ésta les ha tratado mal, que ha sido injusta. Pensamiento permanente “La vida es dura y difícil”.

– Llenar el vacío emocional con la sobre alimentación: Comen vorazmente para acallar su dolor, de esta manera se maltratan al igual que lo hacen los demás.

– Alguien ha cometido algo deshonroso dentro del sistema familiar: esta culpa permanece como algo oculto dentro del sistema, por eso se critica y se hacen juicios entre ellos. Lo cual merma la autoestima y la confianza personal.

– Antepasados que vivieron una vida miserable en donde apenas les alcanzaba para sobrevivir: Extrema pobreza dentro del sistema familiar. Transgeneracionalmente puede que no hayan tenido qué comer y haber realizado actos no muy bien vistos para llevar comida al hogar. Lo cual también explica la voracidad en comer. Puede que también se hayan visto sometidos a los deseos y órdenes de otros que les subyugaban y se aprovechaban de su condición social.

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TIPOS DE DIABETES

– TIPO I (insulinodependiente):

El páncreas no segrega insulina (la hormona que toma glucosa de la sangre y la transporta al interior de las células del cuerpo) y, por lo tanto, la glucosa no llega a los órganos.

Los resentires emocionales son: “debo resistir porque hay un peligro”, “la ternura es peligrosa para mí”, “no quiero que entre el amor dentro de mí”, “el amor es tóxico, peligroso” (tocamientos sexuales, familiares que te quieren pero te pegan, etc.).

– TIPO II (la insulina está disponible pero la célula impide su penetración):

A menudo estas personas son hiperactivas, tienen la necesidad de acumular energía.

Casi siempre diabetes implica: “Casa dividida por dos”. También es cuerpo dividido por dos, puesto que “mi cuerpo es mi casa”. Mi país y mi tierra es una extensión de mi cuerpo. Cuando otras personas entran en mi casa, no me toleran o no los tolero y me aisló o me aíslan (resisto).

Las relaciones frías y distantes dentro del clan o sociedad, que producen aislamiento (la soledad del corredor de fondo). Existe cierta noción de impotencia muscular o psíquica puesto que hay un enfrentamiento con una autoridad (país, policía, padre…) al que “me resisto”. “Quiero dulzura pero recibo tortura”.

Por lo tanto, señala un conflicto activo de resistencia a la autoridad abusiva que hace cosas repugnantes.(La insulina representa la autoridad).

– Diabetes Insípida (tiene la función de eliminar un líquido peligroso):

Este tipo de diabetes se caracteriza por la gran cantidad de líquidos que se eliminan.

La diabetes insípida, únicamente se presenta en personas que sienten una necesidad imperiosa de sobrevivir porque viven sintiéndose “amenazados” por algún miembro de la familia. No hay dulzura alguna. Todo son órdenes y “debe ser”. Existe una persona “castrante” en la familia. Una autoridad castrante, si es en el trabajo.

Existe en la persona diabética insípida, un miedo permanente a morir. Un terror a continuar viviendo esa dinámica familiar, sumado a un terror a irse. Miedo a ver a la persona que nos hace sentir amenazados, observados, evaluados, vigilados; a convivir con esa persona, a quedarse a solas con esa persona, a salir con esa persona, a hablar con esa persona.

Comúnmente, las diabetes insípidas tienen su origen las líneas superiores del clan. Dramas de asesinatos reales dentro de las familias. Envenenamientos reales.

Se hereda una necesidad de cortar con toda relación tóxica entre familiares, pero se vive con miedo, no existe amor o dulzura.

Hay una necesidad de limpiar, de echar agua para deshacerse de algo: “palabras que envenenan”. Palabras muy duras que manchan en una memoria o conflicto de clan.

El líquido también simboliza la liquidez: “El dinero (= líquido) es sucio”.

– Diabetes Gestacional:

En la diabetes gestacional siempre existirá un conflicto emocional en el que me resisto a una situación negativa con mi bebé, sumado a una repulsión a que exista algo negativo.

Es importante aclarar que la diabetes gestacional es una señal de que el conflicto emocional ya ha pasado, ya se está en proceso de reparación. Por lo tanto, no hay que hacer nada, sólo hay que esperar a que finalice el embarazo. Es decir, el conflicto emocional ocurrió en el primer trimestre de embarazo pero se ha resuelto ya. La emoción de la madre ya no es de miedo.

Cuidado, eso sí, con los diagnósticos médicos que pueden “asustar” a las madres sin razón.

El simple hecho de que en algún análisis salga indicada la diabetes gestacional, sólo es una señal de que el conflicto emocional de miedo a que algo vaya mal con el bebé ha sido resuelto, y no hay peligro alguno ni para la madre ni para el bebé.

Al final del post-parto, la evolución de la diabetes gestacional estará determinada por la situación emocional de la madre.

Si la madre tiene plena consciencia de que todo está bien, todo salió bien, no hay peligros de nada, entonces se vuelve a la normalidad de la glucemia y de la tolerancia a la glucosa.

Si la madre permanece angustiada por el diagnóstico, es débil emocional, es miedosa, etc., las pruebas de hiperglucemia permanecerán perturbadas, hasta que la madre asimile que todo está bien y que todo salió bien.

Si la madre vive temiendo que se ha vuelto diabética, porque comenzó con diabetes gestacional; si la madre es atacada por toda la familia, que le recuerdan todo el tiempo que ella es “diabética”, la diabetes permanecerá y se agravará con cada embarazo.

Si la madre, luego del nacimiento del bebé, vive agresiones repugnantes por parte de la pareja o de su padre, en las cuales ella vive una necesidad de “ser protegida y querida”, la diabetes permanecerá hasta que la madre libere esas emociones o se separe de aquellas situaciones que la alteren.

Por otra parte, con relación al origen de los miedos que se producen en los tres primeros meses del embarazo, la futura madre tiene que preguntarse qué conflicto de Resistencia más Repulsión ha vivido durante los tres primeros meses de gestación, que en los meses siguientes quedó resuelto. Vamos a citar algunos de ellos a modo de guía y ejemplo:

– Porque el embarazo activa una memoria desagradable de sentimientos vividos en la propia infancia.

– Si la embarazada está relacionada por fechas con la abuela que falleció en el parto, con una antepasada que concibió sin estar casada, etc.

– ¿Qué emociones experimentó tu madre durante la gestación? ¿Y tu abuela materna? ¿Disponían de hogar propio? ¿Cómo eran sus relaciones de pareja?

Es habitual que la mujer en su primer embarazo desarrolle una diabetes, y que ésta se mantenga como raíl que active la diabetes en embarazos posteriores. En este caso, habrá que ir a buscar siempre la primera vez que se manifestó.

Algunos de sus Síntomas

  • Sed desmesurada
  • Orina abundante
  • Bulimia (comer compulsivamente)
  • Cansancio y debilidad
  • Lengua y garganta secas
  • Altos niveles de glucosa en sangre y orina
  • Adelgazamiento
  • Irritabilidad y cambios de estado de ánimo
  • Malestar en el estómago
  • Vómitos
  • Vista nublada
  • Cortes y rasguños que no se curan, o lo hacen lentamente
  • Picazón y entumecimiento en manos y pies Continúas infecciones en la piel, las encías o la vejiga (cistitis).

RECOMENDACIONES PARA SANAR LA DIABETES

Teniendo en cuenta que la diabetes insulinodependiente es difícil de curar completamente, una vez que la persona se ha convertido en adicta a una sustancia de la que depende médicamente, los siguientes consejos pueden ser de utilidad en todos los casos en general.

La diabetes (y cualquier otra enfermedad) no se combate, se comprende. Así pues, para curarla, lo primero y más importante es poder contactar con el origen emocional que ha causado la diabetes que se padece, revivir ese conflicto en tiempo presente para comprenderlo bien y encontrar ahora, desde nuestra experiencia de vida añadida, una manera mejor de gestionar ese conflicto, para ofrecerle consuelo y esa nueva solución al nosotros mismos que entonces quedó impactado por un conflicto que no supo gestionar sin que le dejara secuelas.

Afirmaciones

Una vez hecho esto, se pueden agregar afirmaciones como: “Me acepto como soy y acepto la vida tal cual es”. Dichas afirmaciones es conveniente irlas repitiendo hasta que sintamos que su mensaje se va interiorizando en nosotros.

Actitud

Todo ello tiene como objetivo que se produzca en la persona un cambio de actitud, una nueva percepción de los acontecimientos que es lo que, al final, producirá el cambio sanador.

Aquí y ahora, “el pasado ya ha pasado y, en este momento del presente, tengo el poder de realizar un cambio en mí”… Y cambiando yo, cambia además el entorno como un reflejo de mi cambio interior.

Así pues, en vez mantener el pasado en el presente con el recuerdo, los reproches y las lamentaciones, es mejor cambiar el enfoque y plantearse la vida como un reto en el que, pese a todos los obstáculos, me demuestro a mí mismo que sí puedo vivirla como yo deseo, con coherencia y autenticidad.

Frente a la “Amargura” podemos oponer el concepto de “Amar…cura”. Al diabético le conviene reaprender a valorar la dulzura de la vida en cada momento, así como a abrir las puertas de su corazón de nuevo para que éste le pueda llegar por todas partes. También necesita aprender a dar, a aceptar y a regalar amor sin esperar nada a cambio. Todo ello, además, le servirá de crecimiento personal y, a la postre, equilibrará su ser y su salud.

Joaquín Ferrer