Crecimiento personal y realización 7

Este artículo empieza en la PARTE 1 y continúa desde la PARTE 6

56.- Nada es error, todo es aprendizaje

La causa principal de la infelicidad, más que una situación determinada, es lo que pensamos acerca de esa situación; como la interpretamos. Preguntándote “¿por qué me pasa esto?” quizás puedas llegar a entender el origen del problema (no necesariamente a solucionarlo), pero la pregunta que te ayudará a crecer es ¿Para qué sirve esto que me pasa? ¿Qué es lo que aún tengo que aprender de esta situación?

57.- Dios no le habla al ego, no insistas. Es absolutamente inútil luchar contra el orden del universo. Evita, pues, la lucha que el ego inconsciente y furioso propone y, en su lugar, cultiva la meditación. Meditar te ayuda a liberarte de: la Ira, la ansiedad, la depresión, la inseguridad y miedo a la vejez y a la muerte.

Coherencia

58.- Por variadas y civilizadas razones, en ocasiones decimos una cosa, pensamos otra y actuamos de otra manera. Siempre que actuamos de forma contraria a lo que sentimos, estamos en incoherencia con la programación -biológica o psicológica que nos conforma. Lógicamente, también estamos en incongruencia cuando actuamos de forma diferente a la esencia amorosa de nuestra naturaleza.

Asimismo, cuando nos sentimos divididos entre dos tendencias contrarias y no sabemos cual es la adecuada, estamos en conflicto con nosotros mismos. Igualmente, toda emoción reprimida, negada o ignorada queda encerrada en el cuerpo. La represión es como tratar de mantener un corcho en el fondo de un barril lleno de agua. En cuanto dejes de presionar hacia abajo, sube rápidamente a la superficie.

Por su parte, nuestro “yo” profundo que habita en el inconsciente no se deja engañar por las justificaciones del consciente y manifiesta su voluntad por medio de síntomas psicosomáticos. “El síntoma hace sincero al ser humano”. El cuerpo grita lo que la boca calla y, si no sabemos interpretar lo que nos dice y corregir el rumbo, aparece la enfermedad porque nos hemos desviado de nuestro guión de vida.

59.- De acuerdo con los criterios biológicos, la enfermedad se produce cuando en determinada zona u órgano del cuerpo se desequilibra su Ph (índice de acidez-alcalinidad). Por otro lado, se ha comprobado que los pensamientos negativos son ácidos. Asimismo, según una estadística, un promedio del setenta por cien de nuestros pensamientos son negativos. Afortunadamente, los pensamientos positivos tienen mayor poder que los negativos. Así pues, está claro que cualquiera de las zonas erróneas de las que hemos hablado anteriormente, si se prolongan en el tiempo sin corregirse, acaban provocando una enfermedad. Por ejemplo, la culpabilidad clama castigo y se le concede. Y aferrarse al odio es como tomar veneno y esperar que la otra persona muera.
Estar tenso no es ser fuerte. La tensión es debilidad y conduce a la enfermedad. Estar relajado, centrado y sereno, eso es ser realmente fuerte.

Amarse a sí mismo

60.- Las personan que se aman a sí mismas, y que aman su cuerpo, no se critican y no abusan de sí mismas ni de los demás. Los síntomas de la enfermedad han surgido para avisarnos de nuestra incoherencia, no para castigarnos. Cuando el aviso se ha escuchado y el error se ha corregido, la enfermedad se desactiva: ya ha cumplido su función y ya no tiene sentido. No obstante, si preferimos pensar que el origen de la enfermedad es puramente biológico, dado que el universo apoya nuestros pensamientos y no nos juzga, es posible entonces que sigamos enfermos. “Un error no se convierte en verdad porque todo el mundo crea en él” (Gandhi).

Una alteración metabólica es más fácil de corregir que un prejuicio. Curar un efecto y no su causa, tan solo provoca que el efecto cambie de forma. “El alma siempre sabe qué hacer para curarse, el desafío es silenciar la mente para escucharla” (Caroline Myss). “Nada sienta tan bien al cuerpo como el crecimiento del espíritu” (Alejandro Jodorosky).

61.- “Creo que las angustias de la creciente población humana serán la causa que nos impulse a subir otro peldaño de la escala evolutiva” (Bruce Lipton). Conviene dejar atrás el paradigma de unas creencias adquiridas -que nos mantienen separados unos de otros y en lucha interna permanente- y evolucionar por nosotros mismos hasta el paradigma de la comprensión espiritual, utilizando la lógica, la sensibilidad y eliminando los prejuicios que impiden asimilar los nuevos juicios.

62.- Todos sufrimos de odio y culpa hacia nosotros mismos y, en los peores momentos, pensamos: “yo no sirvo”, “yo no puedo”, etc. No es más que una idea, y una idea se puede cambiar. Si justificas tus limitaciones, te quedarás con ellas. Pero a medida que vemos que nuestros errores son de percepción más que de intención, aprendemos a perdonarnos.
– Queremos ser felices dependiendo de cosas temporales, imperfectas y cambiantes. Nos aferramos a lo temporal sabiendo que es temporal ¿Qué clase de sistema de pensamiento demente es ese? Pensando así, es normal que tengamos miedo y utilicemos cualquier refugio que el ego encuentre para protegernos de esa sensación de vacío y fragilidad. De ese ego que se siente permanentemente amenazado e insatisfecho nacen las conductas faltas de amor.
– Jugar a sentirse dioses en vez de tratar de ser unos buenos hijos de Dios, no nos libera del fuego de la insatisfacción e impide a nuestra conciencia tener paz interior.
– Tanto tú como tus hermanos estáis pasando por el mismo proceso, aunque cada uno lo haga desde un punto de partida diferente. “Conocer tu propia oscuridad es el mejor método para tratar con la oscuridad de los otros (Carl Jung). Compréndete y no juzgues a tus hermanos. Y una advertencia más, aunque entiendas intelectualmente ese proceso, no finjas estar más allá de tu propia evolución. “Cualquier intento que hagas por corregir a tu hermano significa que crees que puedes corregir, y eso no es otra cosa que la arrogancia del ego. La corrección le corresponde a Dios, Quien no conoce la arrogancia” (UCDM).

El perdón

63.- En el cielo no existe el perdón porque hay una total comprensión. La falta de amor necesita ser corregida pero no castigada. “Padre perdónalos porque no saben lo que hacen”. El perdón es la aceptación de lo que pasó, sin más expectativas que aprender de lo ocurrido. Los reproches del tipo: “Deberías haber hecho” esto o lo otro, son acusaciones que no nos ayudan a mejorar. Lo que sirve es comprender que “entonces no pudo ser de otra manera ¡Ahora sí! gracias a que entonces lo aprendí”.
– No perdonar te encadena al veneno del ego que, tanto si te hace sentir víctima, culpable o verdugo, nunca se va a sentir satisfecho y, por lo tanto, de su mano nunca lograrás la paz y tu realización. “Perdonar es liberar a un prisionero, y descubrir que el prisionero eres tú” (Lewis B, Sanders).

Perdonar es pasar por alto. Mira entonces más allá del error. Cuando comprendes, ya no hace falta perdonar porque no hay nada que perdonar. Se trata de recordar que cada ser humano es un hermano que, simplemente, se halla en una diferente fase de evolución espiritual.

64.- Nuestras buenas intenciones muchas veces son una mezcla de amor y ego que no suele llegar a buen puerto. Suele ocurrir que tomamos iniciativas para ayudar al prójimo pero sin contar con la opinión del prójimo afectado. Hay una diferencia muy grande entre aportar luz y creer que tenemos que ser los salvadores del mundo; lo cual es solo la arrogancia del ego.
– Cuando una persona tiene un problema y está sufriendo, es lógico y loable que intentemos ayudarla si podemos. Pero si nos identificamos tanto con su problema que acabamos sufriendo también nosotros; nuestra mal entendida empatía no le servirá de ayuda y además nos dañará igualmente a nosotros.
– Si la persona afectada no desea, desde el fondo de su corazón, solucionar su problema de percepción, lo único que podemos hacer es honrar y respetar su decisión. “Puedes llevar un caballo hasta el agua, pero no obligarle a beber”.
– Las debilidades y los problemas solo tienen lugar en el mundo ilusorio de la dualidad. En el mundo real de la unidad con Dios, existe la fortaleza y no existen ni esos ni otros problemas. Para ayudar, lo mejor que podemos hacer es despertar nosotros a la realidad. Así, al vernos despiertos, alguna otra gente se animará a despertar. Mientras sigan o sigamos dormidos, podemos ayudarnos unos a otros a mejorar la calidad del sueño, pero a cada cual le corresponde vivir su personal e intransferible sueño, de acuerdo a su nivel de vibración o negatividad.

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Tradición

65.- “A causa de la tradición anulan ustedes la palabra de Dios” (Mateo 15: 6).
“Cuando, cada tarde, se sentaba el gurú para las prácticas del culto, siempre andaba por allí el gato del ashram distrayendo a los fieles. De manera que ordenó el gurú que ataran al gato durante el culto de la tarde.
Mucho después de haber muerto el gurú, seguían atando al gato durante el referido culto. Y cuando el gato murió, llevaron otro gato al ashram para poder atarlo durante el culto vespertino.
Siglos más tarde, los discípulos del gurú escribieron doctos tratados acerca del importante papel que desempeña el gato en la realización de un culto como es debido” (extraído de El canto del pájaro. Anthony de Mello)
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Joaquín Ferrer

Continúa y finaliza en la PARTE 8

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