La biodescodificación de los ataques de pánico

Si bien los síntomas que se experimenten en un ataque de pánico son físicos, sus causas remiten a un conflicto emocional,  aunque también puede haber una predisposición genética/transgeneracional, cuando hay en la familia personas con problemas de ansiedad.

En el ataque de pánico existe un miedo muy intenso y que no avisa sino que aparece repentinamente. Este miedo o temor es desencadenado por una situación en la cual la persona siente que no puede afrontarla o salir de ella.

Los factores ambientales que pueden predisponer a dar origen al problema, son entornos familiares sobreprotectores o demasiado exigentes, o si se han vivido situaciones de violencia familiar o/y abuso sexual.

Ejemplo de ambiente sobreprotector: Puede ocurrir que el niño haya vivido situaciones en las cuales ha vivido miedo por “dichos o mensajes” de sus padres o personas encargadas de la crianza. Padres o abuelos que le dicen al niño que “si sale puede ocurrirle algo”. Se le trasmite al niño que el mundo es hostil.

El ataque de pánico, que anteriormente se llamaba crisis de angustia, involucra una serie de síntomas y está vinculado a los trastornos de ansiedad, pero el impacto de sus síntomas es para quien lo padece más intenso que en la ansiedad.

Cuando ocurre por primera vez, generalmente la persona ha tenido algún problema en alguna área de su vida recientemente que actúa como desencadenante, porque recuerda y sobredimensiona el conflicto original.

No hace mucho tiempo atrás, tener un ataque de pánico no era algo tan común como lo es hoy en día. Eso no hace más que mostrarnos que estamos eligiendo formas de vivir que a menudo son muy exigentes con nosotros mismos, que nos hacen ir tras expectativas u objetivos que nos presionan y nos quitan bienestar para poder alcanzar una meta que cada vez parece más lejana.

¿Por qué decimos esto? Porque la ansiedad, en sí, cumple una función. A nivel nervioso enciende una alarma en nuestro sistema y nos pone en estado de alerta frente a un peligro que requiere de todos nuestros sentidos para poder reaccionar.

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¿Qué significado hay detrás de un ataque de pánico?

En primer lugar, es necesario resaltar que estará vinculado con la historia de cada uno. Sin embargo, es posible señalar algunos significados emocionales generales:

  • Sensación de ser poco apreciado/a.
  • Sensación de desprotección o desamparo.
  • Dificultad para expresar lo que siento o necesito.
  • Miedo a fracasar (auto exigencia).
  • Falta de confianza.
  • Exceso de comparación con otros.
  • Miedo a vivir por miedo a morir.

Las personas con un alto rasgo de ansiedad, a nivel cognitivo (pensamientos negativos, preocupaciones, obsesiones…), fisiológico (molestias en el estómago, taquicardias, sudoración, mareos…) y/o conductual (fumar, comer o beber en exceso, comerse las uñas, evitar ciertas situaciones por miedo al qué dirán…) tienen más probabilidad de sufrir ataques de pánico.

Desde el punto de vista de la psicología clínica, “la característica principal de una crisis de angustia es la aparición aislada y temporal de miedo o malestar de carácter intenso, que se acompaña de al menos 4 de un total de 13 síntomas somáticos o cognoscitivos.

La crisis se inicia de forma brusca y alcanza su máxima expresión con rapidez (habitualmente en 10 min. o menos), acompañándose a menudo de una sensación de peligro o de muerte inminente y de una urgente necesidad de escapar.

Los 13 síntomas somáticos o cognoscitivos vienen constituidos por palpitaciones, sudoración, temblores o sacudidas, sensación de falta de aliento o ahogo, sensación de atragantarse, opresión o malestar torácicos, náuseas o molestias abdominales, inestabilidad o mareo (aturdimiento), desrealización o despersonalización, miedo a perder el control o «volverse loco», miedo a morir, parestesias y escalofríos o sofocaciones” (DSM IV pág. 420).

Frente a estos síntomas subyace la ANGUSTIA, de hecho el ataque de pánico se llamaba crisis de angustia. Junto a la angustia hay MIEDO. Es un miedo interno. La mayoría de las veces puede que no haya una situación concreta, en el momento que se desencadena la crisis, que provoque ese miedo desmedido. Sin embargo la persona se siente invadida por una angustia y miedo desbordante que se manifiesta en los síntomas antes mencionados.

La persona es consciente de lo que está viviendo y ante la sintomatología aumenta el miedo de que algo catastrófico pueda ocurrirle, incluso su muerte. Por tanto, quien ya padeció un ataque de pánico, teme que le vuelva a ocurrir.

Este temor puede limitar mucho la vida de la persona. Puede ocurrir que evite ir a ciertos lugares, incluso en casos extremos evitan salir a la calle o evitan ciertos lugares donde le ocurrió el pánico. Puede generar entonces diversos tipos de fobias limitando su vida.

Por eso es importante que la persona que vive un ataque de pánico reciba apoyo terapéutico. Que tome conocimiento de que no le va a ocurrir nada ya que no se trata de una patología orgánica. En los síntomas físicos que experimenta no hay un órgano afectado sino que son conflictos emocionales puestos en el cuerpo.

Muchas veces, quien padece ataques de pánico deja sus actividades habituales por miedo de que le ocurra en tal lugar o en otro.

BIODESCODIFICACIÓN DEL ATAQUE DE PÁNICO

¿Qué conflicto emocional estoy viviendo?

Para comprender en profundidad las causas de los Ataques de Pánico, es necesario entender primero lo que es una Constelación Esquizofrénica en Biodescodificación.

Como ya se sabe, en biodescodificación un impacto emocional específico impacta sobre un área específica del cerebro, y dicha área corresponderá siempre a un órgano o tejido específico dañado o que presente síntomas.

Pues bien, una Constelación Esquizofrénica representará casi siempre, que no ha ocurrido solo un impacto emocional sino que han ocurrido dos impactos emocionales específicos, de manera simultánea, afectando al mismo tiempo ambos hemisferios cerebrales. Pero no por ser dos impactos emocionales simultáneos, se impactan dos órganos, no.

La consecuencia de una Constelación Esquizofrénica no será un daño físico, sino un daño a nivel mental. Se presentará por tanto una alteración psicológica, una alteración de comportamiento.

Ya con este principio claro, analicemos cuáles son los dos conflictos emocionales simultáneos:

Desvalorización + Opresión

¿Qué significa? Significa que he de dar con el momento preciso en el que viví algo aberrante, sucio, ruin, que me destruyó la vida, que me rompió por dentro, que me aterrorizó, para que yo presentara mi primer ataque de pánico.

Obligadamente, tuve que vivir una situación en la que me sentí muy poca cosa y, a la vez, presionado para soportarlo. En consecuencia, la persona siente que pierde su identidad y que corre peligro su vida.

La persona, en algún momento de la vida vivió un hecho traumático que no pudo gestionar o resolver. Esa vivencia le aterrorizó y no pudo defenderse ni pudo huir, tuvo que vivirla. La persona no pudo escapar, ni pudo superar esa situación. Presenció algo amenazante, aterrorizante o le obligaron a verlo. Algo violento real y se sintió amenazada.

Puede ser una situación que tenga que ver con lo sexual, violaciones, abusos, violencia… Lo vivió la persona o lo pudo haber visto en su entorno.

Por lo general, estas situaciones son más comunes de lo que parecen pero la misma sociedad, la educación familiar tradicional, la religión y las creencias, han influido de sobremanera para que sea más aceptado un ataque de pánico que una sucia verdad oculta.

Para la mayoría de las personas, es más fácil decir cosas como “a mi hija, que es muy nerviosa pobrecita, le dan ataques de pánico”, que decir “a mi hija la violó mi hermano y nunca hicimos nada en la familia, fue algo sin importancia”.

Tengo que tomar consciencia y recordar:

  • Si fui tocado(a).
  • Si fui violado(a).
  • Si me obligaron a un acto sexual indebido (sexo grupal, sexo con animales, observar a alguien teniendo sexo, etc.).
  • Si presencié un brutal asesinato y conozco al asesino.
  • Pudo haber violencia, golpes, gritos y yo tuve que callar.
  • Pude haber sido amenazado(a) para no decir nada.

Y cómo haya sido, fue algo que nunca superé, que nunca olvidé, que hoy por hoy, me mantiene sufriendo ataques de pánico.

Mi adversario sigue cerca, a veces lo veo, siempre lo veo, convivo con él, o bien, el simple recuerdo de lo que pasó es el adversario, sigue ahí.

Biológicamente, los Ataques de Pánico son una reacción en la que el cerebro manda la orden de “no moverme”, de “angustiarme” o de “salir corriendo”, porque ha recibido nuestra emoción de peligro.

Sea que el recuerdo de la agresión esté presente o sea subconsciente, el cerebro reacciona y ordena el “ataque de pánico”, para intentar defendernos del agresor.

Si no encontramos el origen del problema en nuestra vida actual a partir de los tres años aproximadamente, tendremos que buscarlo en el Transgeneracional o en el Proyecto Sentido: qué le pasó a nuestra madre durante el embarazo, el parto y nuestra tierna infancia.

Hay que analizar en profundidad el tipo de parto en el que nacimos, porque pudo ser un parto sumamente doloroso y difícil que nos haya impreso la orden de “vivir con miedo a morir”. Necesitamos asumir que, muy probablemente, nuestra madre vivió algo de lo anterior mientras nos estaba esperando, e incluso pudo ser previo a embarazarse de mí o sufrir algún tipo de problemas angustiosos tiempo después de que hubiéramos nacido.

En el Árbol Genealógico (transgeneracional) tengo que buscar las mismas historias, porque si no fue por Proyecto Sentido, necesariamente hay uno o varios ancestros en el árbol -de los que soy doble- y que sí vivieron estas experiencias traumáticas y me están heredando dicha emoción.

  • Historias de Incesto reales.
  • Violaciones.
  • Asesinatos.
  • Historias de Pedofilia, Zoofilia, Sodomía.
  • Violencia y/o Golpes en el Embarazo.

Entender que para que yo sufra ataques de pánico son necesarias estas historias, ayudará a comprender que, si no es mi caso, es algo que no quiero, que no me corresponde y que ya no voy a permitir más. Y si algo efectivamente coincide con mi vida, necesito hablar, denunciar, compartir con alguien de confianza, para sanarme y liberarme.

Por eso, conocer la historia de mi madre, padre y demás familia, es importante para mí, porque me permitirá dejar de ser “la víctima de los ataques de pánico”, para convertirme en la responsable de mis propias emociones, liberarlas y continuar con mi vida plenamente.

QUE HACER FRENTE AL ATAQUE DE PÁNICO

Quien padece ataques de pánico genera un miedo al miedo. Es decir miedo a que vuelva a ocurrir. Miedo al padecimiento que vivió. Y eso produce más ansiedad y aumentará sus síntomas.

  • Ten claro que aunque sea desagradable no supone un riesgo para tu vida.
  • Intenta no evitar ciertos lugares o ciertas situaciones porque allí experimentaste un ataque de pánico. Pues de esta manera comienzas a limitar tu vida y puedes instaurar una fobia. Si te expones y ves que nada te ocurre, verás que no pasa nada aunque hayas tenido pánico una vez en ese lugar, desconfirmas ese miedo.
  • Ten hábitos de vida saludables. Una buena alimentación es importante, evitando el consumo de estimulantes como el café por ejemplo. También el ejercicio físico ayuda a disminuir los niveles de ansiedad ya que eleva al serotonina y las endorfinas (hormonas vinculadas a la relajación).
  • Hay dos aspectos a tomar en cuenta: La Atención y La interpretación de lo que estamos viviendo. Lo que se denomina sesgo atencional y sesgo interpretativo. Estos sesgos lo que hacen es focalizar la atención en lo que estoy sintiendo en mi cuerpo. Una errónea interpretación de esas señales puede favorecer la aparición del ataque de pánico.

“Para algunos autores, los pensamientos negativos o las interpretaciones, emergen de la activación de creencias establecidas en los circuitos de la memoria a largo plazo, creando esquemas en las estructuras cerebrales de la memoria que contienen este tipo de información” (Wells, 2000).

“Parece ser que estos esquemas disfuncionales que caracterizan los trastornos emocionales son más rígidos, inflexibles y concretos que los de los individuos normales” (Beck, 1967).

  • Para disminuir el estrés, en vez de focalizarte en lo negativo, en lo mal que te estás sintiendo o en lo que te pueda pasar, concéntrate en tu respiración por más difícil que te parezca. Intenta sentir como el aire recorre tu cuerpo, déjalo pasar, inhala y exhala lo más lento que puedas y verás que poco a poco se va normalizando.
  • Para el tratamiento del ataque de pánico es necesario la psicoterapia y en algunos casos el tratamiento farmacológico.
  • Tanto la terapia psicológica como la psicodescodificación analizan los orígenes y las posibilidades de tratamiento, trabajando sobre el área cognitiva (pensamientos) y las emociones. Además, cualquier terapia que se aplique debe proporcionar técnicas de autocontrol y de exposición para manejar la crisis, entre otras.

¿Cómo actuar ante el estado de alarma que anticipa un nuevo ataque de pánico?

En esta sensación de alarma es importante:

  • Identificar qué nos está sucediendo.
  • Darnos auto instrucciones para bajar la alerta y la activación -como respirar con tranquilidad-.
  • Comprender el motivo por el que nuestro cuerpo está reaccionando así.
  • Darnos tiempo, desde la tranquilidad y la aceptación, para que se pase.

Aprender a aceptar la ansiedad y tolerarla sin miedo ni frustración es fundamental. Hablarse a uno mismo o a una misma, sin exigencias, sino con paciencia y comprensión, es crucial.

Debemos reeducar nuestra mente, reduciendo la atención que prestamos a los pensamientos y síntomas relacionados con nuestra ansiedad y redirigiendo nuestra atención a aquellos pensamientos o situaciones que nos generan bienestar.

¿Qué es la autorregulación emocional y por qué es tan importante?

En el manejo de los ataques de pánico, se entrenan técnicas para afrontar la ansiedad. Como la «Exposición interoceptiva» o la mejora de la tolerancia a las emociones desagradables, mediante la autorregulación emocional.

Estas técnicas forman parte de la evolución y mejora de los tratamientos psicológicos en esta materia, que anteriormente estaban basados exclusivamente en la alta exposición a la situación que generaba la ansiedad, y que no solo resultaban poco eficaces sino que producían altos niveles de malestar en los pacientes.

Preocuparnos acerca de la ansiedad que estamos sintiendo, insistir en pensar en lo que nos podría ocurrir –los famosos «y si…»– es una estrategia muy poco útil en estas situaciones.

Es más conveniente aprender a distraerse, tras aceptar la ansiedad, y cambiar nuestra atención hacia el momento presente: Qué bella música suena. Qué colores tan sugerentes hay en el escenario. Qué delicada interpretación de la actriz…

La mayoría de las personas que han sufrido un ataque de pánico no son conscientes de que hay que pasar por un proceso adaptativo y natural, y de que la forma en la que discurra este proceso y las expectativas que tengamos, serán decisivas para el futuro resultado.

Es importante identificar las creencias erróneas o los pensamientos disfuncionales tras un ataque de pánico. Por ejemplo decirnos cosas como ¿Y si nunca termina de desaparecer por completo mi ansiedad? ¿Y si nunca vuelvo a sentirme seguro? ¿Y si a partir de ahora me siento siempre triste?

Estas expectativas pueden verse influenciadas y alimentadas por información sesgada que buscamos en libros, artículos o en internet. En ocasiones buscamos la información que queremos encontrar. Es lo que llamamos sesgo de confirmación, leemos o aceptamos sólo aquello que confirma nuestro punto de vista.

Incluso nos fijamos en otras experiencias de amigos o conocidos, o de famosos, que interpretamos como casos similares o idénticos al nuestro.

Consejos claves:

1.- Ajusta tus expectativas de forma realista. No nos sirve tener una visión positiva tras un ataque de pánico, si esta es poco realista. Pensar que no vas a volver a tener ansiedad, vayas donde vayas, solo porque te lo propongas. Siguiendo con el ejemplo anterior, sería como pensar que no te va a doler la pierna después de rompértela.

2.- Entiende las causas de tu ansiedad y acepta tu ansiedad. Comprender el mecanismo que genera la ansiedad nos da información y nos permite identificar qué situaciones podrían estar activándola. A partir de ahí podemos decidir e iniciar estrategias para realizar cambios o proponer soluciones. Hay 5 causas que nos hacen más vulnerables a la ansiedad y que suelen estar íntimamente relacionadas con la aparición de nuevos ataques de pánico:

  • Nivel de estrés elevado y prolongado en el tiempo.
  • Cansancio físico (elevada exigencia, falta de descanso, alteraciones del sueño…).
  • Disgusto o enfado con alguien.
  • Enfermedad o dolor físico (fiebre, dolor o contractura muscular, problemas de estómago…).
  • Cambios hormonales (síndrome premenstrual, ciclo menstrual desajustado…).

3.- Detecta y cambia los pensamientos no realistas o desadaptativos. La aparición de este estilo de pensamiento forma parte del proceso. Son pensamientos como: “Mi vida ya no será como antes”. “Esto es una muestra de que soy una persona débil”. “No seré capaz de quitarme la ansiedad”.

Cuestiona estos pensamientos, ponlos en duda… y modifícalos. Revisa lo que piensas sobre tu propia ansiedad.

Hay dos formas de pensar sobre tu propia ansiedad, una adaptativa y otra desadaptativa.

Adaptativa: Pensar que es normal tener ansiedad después de tanto estrés, que estará contigo una temporada corta si te cuidas y descansas, que puedes acostumbrarte a ella aunque sea incómoda. Que es natural porque es una respuesta condicionada por el ataque de pánico que has tenido. El resultado de este estilo de pensamiento será a medio y largo plazo muy positivo.

Desadaptativa: Pensar que es terrible tener ansiedad, que no se pasará nunca, que va a hacer que tu vida se vaya al traste. Que es injusto sentirla, que es inexplicable e incontrolable sentirte así. El resultado es incrementar tu desesperanza y tristeza, y por tanto incrementar tu vulnerabilidad, tu fragilidad.

Actualmente, los tratamientos de los ataques de pánico están centrados en el aprendizaje y el conocimiento, para dotar a la persona de recursos que le permitan manejar la ansiedad en las situaciones comprometidas y darse cuenta de que ya no es necesario evitarlas, puesto que se comprenden y aceptan las emociones, con lo que paulatinamente se logra tener percepción de control y de capacidad sobre la situación.

Desde el enfoque de la psicodescodificación, el conocimiento y la comprensión del origen emocional que ha desencadenado los ataques de pánico posteriores, resulta clave para saber cómo abordar un enfoque distinto y mejor que el que tuvimos en el momento en que aquella circunstancia traumática ocurrió. Una vez que conocemos el origen y hemos encontrado en el presente esa mejor solución (que en su momento no fuimos capaces de discernir), lo único que puede mantener el miedo a los ataques de pánico es la inercia negativa de una irracional falta de confianza en que esas circunstancias ya están superadas y se han quedado en el pasado.

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La lumbalgia (el lumbago)

En la base de la columna vertebral, tras las siete vértebras cervicales y las doce dorsales, se hallan las cinco vértebras lumbares, a modo cimientos de los pilares de sostienen toda la estructura vertebral. Y es sabido que cuando los cimientos de un edificio están dañados, todo el edificio está en peligro de derrumbarse.

Teniendo en cuenta este símil, una desvalorización o autocrítica en aquello que me apoyo (valores, creencias, personas, trabajo, sexualidad, etc.) supone una amenaza para la supervivencia en términos de creación, de funcionamiento, de relación con los demás y en la forma de establecer la propia estructura y personalidad.

En las lumbares bajas (L5), cerca del sacro, los conflictos están relacionados con la sexualidad, en un contexto de comparación, ya que es la parte de la columna responsable del movimiento durante la cópula.

El lumbago

Hablando del lumbago específicamente, este es una afección del disco intervertebral situado entre las dos últimas vértebras lumbares. Se manifiesta cuando un individuo, al tratar de levantar un objeto, siente de manera repentina un dolor agudo en la región lumbar, que le impide incorporarse por completo, desplazándose con mucha dificultad.

La persona que lo padece cree que no puede hacer frente como ella quisiera a sus responsabilidades materiales, y esa sensación suele vivirla con culpabilidad e ira asociada.

En la lumbociática o lumbociatalgia

el dolor se propaga a un miembro inferior debido a la compresión o irritación del nervio ciático. Este es el nervio más grueso y largo del cuerpo; empieza en la parte baja de la espalda, atraviesa las nalgas y desciende por las extremidades inferiores. El síntoma se origina frecuentemente en las raíces del nervio (de L4 a S-3). Los conflictos que afectan a este nervio tienen una tonalidad de desvalorización en términos de instrucciones, de órdenes, relacionadas con sentir miedo a algo antes de que suceda. Si afecta a la sensibilidad, el conflicto está vinculado a la información que se recibe, a no querer sentirla, percibirla. Si afecta al control motor, está vinculado a no ser capaz de ejecutarla, a no querer ejecutarla.

Guarda relación con conflictos de pareja combinados con carencia material, con la imposibilidad de adquirir lo que se desea. También puede tratarse de una carencia de algo simbólico en la que interviene lo material, un sentimiento relacionado con el dinero. El dolor puede manifestarse más en una pierna que en otra: si la pierna derecha es la afectada, puede tratarse de miedo a carecer de dinero y a no poder hacer frente a las responsabilidades. Si el dolor se sitúa en la pierna izquierda, la falta de dinero puede intensificar el sentimiento de no poder darlo todo a los seres queridos.

La hiperlordosis

es un aumento anormal de la curvatura de la columna lumbar que «obliga» a que la cabeza mire hacia el cielo, un arquetipo del padre. Los conflictos se relacionan con el reconocimiento paterno, con una búsqueda del padre o de la representación paterna. Como es estructural, el conflicto es transgeneracional.

Las vértebras lumbares

Antes de seguir analizando las causas emocionales del lumbago, conviene explicar brevemente el significado concreto de cada vértebra lumbar.

L5: Alude a los colaterales (pareja, amante, compañero, etcétera). Entre L5-S1 desvalorización sexual, golpe bajo, traición.

L4: En relación con la próstata, el cuerpo uterino. Conflicto con la «norma». No respetar las normas con relación a la familia o a los otros, no tener una actitud normal o sentirse diferente a los demás con relación a las normas. Entre L4-L5, conflicto de desvalorización relacionado con las normas y el colateral. Por ejemplo, no recibir más ternura del compañero/a.

L3: Se corresponde con los ovarios, los testículos, el útero. Conflicto de desvalorización con relación a la sexualidad y la fecundación. También guarda relación con las rodillas y la vejiga. Conflictos de desvalorización y culpabilidad con respecto al territorio y la sexualidad. Por ejemplo, no haber sabido marcar el territorio sexual; haber quedado embarazada de otro; violencia sexual. Entre L2-L3, desvalorización en un conflicto indigesto, con una tonalidad de carencia de dinero y de pérdida.

L2: Está relacionada con el apéndice y el abdomen. Conflicto de desvalorización con respecto a algo sucio, a tener que despegarse de algo que se quería guardar.

L1: Se relaciona con el colon. Los conflictos de desvalorización tienen relación con algo sucio, con que la vida juega sucio, con que nos traicionan, con una tonalidad de intercambio no realizado, de sexualidad repugnante, por ejemplo. Entre L1-L2, el conflicto es de pérdida, de cochinada, de algo indigesto con falta de dinero.

Joaquín Ferrer

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Accidentes y suicidios en biodescodificación

En los accidentes, así como en las enfermedades, en psicodescodificación partimos de varias premisas, entre ellas, las principales son: “nada sucede por azar” y “la realidad es un espejo de lo que sucede en nuestro interior”. Además, la ley metafísica de la resonancia determina que nosotros nunca podemos entrar en contacto con algo con lo que no tenemos nada que ver.

Es cierto que no buscamos los accidentes, como tampoco buscamos las enfermedades; sin embargo, debemos ser conscientes de nuestra responsabilidad en aquello que nos sucede (como ya vimos en los artículos sobre la casa y sus objetos y el coche y las mascotas).

En el libro La enfermedad como camino

se dice que: “La idea de que los accidentes son provocados inconscientemente no es nueva. Freud, en su Psicopatología de la vida diaria, además de fallos como defectos de pronunciación, olvidos, extravío de objetos, etc., cita también los accidentes como fruto de un propósito inconsciente. Posteriormente, la investigación psicosomática ha demostrado estadísticamente la existencia de la llamada «propensión al accidente». Se trata de una personalidad que se inclina a afrontar sus conflictos en forma de accidente”. Y también Franz Alexander, en su libro Medicina Psicosomática, publicado en 1950, abunda en ese sentido afirmando, por ejemplo, que “la mayoría de los accidentes están provocados inconscientemente”.

Así pues, nuestros modelos mentales pueden atraer hacia nosotros un accidente. E igualmente parece que algunas personas fueran “propensas a los accidentes” en tanto que otras andan por la vida sin hacerse jamás un rasguño. Por tanto, hay accidentes que pueden ocurrirnos por los pensamientos o las emociones que sentimos en determinado momento, aunque no seamos conscientes de ellos.

En cuanto a la relación entre emociones inconscientes y accidentes, la psicodescodificación empieza por analizar aquellos accidentes que nosotros vivamos por propia responsabilidad: Caídas, choques, fracturas, torceduras, quemaduras, etc.

Luise L. Hay, en Poder espiritual y salud, dice:

“Los accidentes son expresiones de cólera, que indican una acumulación de frustraciones en alguien que no se siente libre para expresarse o para hacerse valer. Indican también rebelión contra la autoridad. Nos enfurecemos tanto que queremos golpear a alguien y, en cambio, los golpeados somos nosotros.

Cuando nos enojamos con nosotros mismos, cuando nos sentimos culpables, cuando tenemos la necesidad de castigarnos, un accidente es la una forma estupenda de conseguirlo.

El sufrimiento físico nos da una pista sobre cuál es el dominio de la vida en que nos sentimos culpables. El grado de daño físico nos permite saber hasta qué punto era severo el castigo que necesitábamos, y a cuánto tiempo deberíamos estar sentenciados.”

Clasificación de los accidentes

Como estamos viendo, en algunas ocasiones, detrás de un accidente hay una incapacidad para hacerse valer, una rebelión contra la autoridad mal conducida o la creencia en las virtudes de la violencia.

Después tenemos aquellos accidentes “repetitivos” que pudieran señalar una historia Transgeneracional.

En los accidentes que fueron responsabilidad de “otros”, en un papel de “agresiones recibidas”, también habremos de considerar la historia familiar, el Transgeneracional: Balazos, puñaladas, palizas, empujones, atropellamientos, etc.

Por lo tanto, hay accidentes que pueden deberse a una lealtad familiar de la que no somos conscientes. Si ponemos tan sólo un poco de atención en la revisión de nuestro árbol genealógico, dichos accidentes pueden aparecer en nuestras vidas como una “reparación” del drama vivido por un ancestro.

Además, aquellos accidentes en los que nosotros resultemos heridos por “responsabilidad” de otra persona, conviene analizarlos también desde un enfoque cuántico y energético, porque si bien no han sido nuestros pensamientos o nuestras emociones las que han provocado el accidente, sí pudiera ser nuestra frecuencia vibratoria: Accidentes aéreos, choques mientras yo soy pasajero…

Volviendo a los accidentes repetitivos

Habremos de buscar las constantes, es decir, ¿ocurren siempre a la misma hora?, ¿ocurren siempre el mismo día de la semana?, ¿ocurren siempre en la misma fecha?, ¿ocurren siempre afectándome la misma parte del cuerpo?

Porque deberemos tener en cuenta que existen las “memorias de aniversario” y las “lealtades familiares” dentro del árbol genealógico. Ello nos obliga a prestar atención, dado que el accidente repetitivo puede ser una forma simbólica de “reparar” aquello que un doble nuestro en el árbol vivió en su momento y no supo solucionar.

Por lo tanto, muchos de los accidentes no son más que las consecuencias de una reparación inconsciente de vivencias emocionales impactantes de la misma familia.

En todos los casos de accidentes: de tráfico, domésticos, laborales, etc. lo primero que debemos buscar es el mensaje que nos transmite, para solucionarlo de manera consciente y evitar su repetición. El accidente es como una señal que nos obliga a mirar en nuestro interior.

Podemos y debemos hacernos varias preguntas:

  • ¿Qué me quiere advertir este accidente?
  • ¿Qué aspecto de mi vida debo transformar?
  • ¿A qué cambio de comportamiento me estoy resistiendo?
  • ¿Tuve la intención de hacer daño a alguien?
Y también:
  • ¿Qué parte de mi cuerpo se ha visto afectada y qué significado tiene en biodescodificación?
  • ¿Presenta la zona inflamación (= rabia), sangre (= familia), fractura (= necesidad de ser más flexible), dolor físico (= dolor emocional)?
  • ¿Qué me imposibilita lo sucedido?
  • ¿A qué me obliga la nueva situación?
  • ¿En qué o en quién pensaba?
  • ¿Me siento culpable por algo que he dicho o hecho?
  • ¿Para qué estoy viviendo esta experiencia, qué debo aprender de ella?

Todos los accidentes son una invitación a que pares, a que reconsideres tu situación actual y, sobre todo, tu actitud en la misma.

Visto desde la Psicogenealogía, los accidentes son intentos de SUICIDIO con más o menos fortuna

En cuanto al suicidio en sí mismo, si bien son múltiples las causas que pueden llevar a una persona a pensar en él, Alejandro Jodorowsky nos dice literalmente que:

“Un suicidio se prepara durante cuatro o cinco generaciones. El suicida es un enemigo de su vida porque considera que la vida no es suya: alguien no se la ha dado, y en su lugar le ha metido en el cuerpo la vida de otro. Ha fallado la madre, el padre y los abuelos. No es que el suicida quiera eliminarse a sí mismo, sino a alguien o algo que lo invade. Destruyendo a su cuerpo comete un crimen porque, en último momento, en la verdad de la agonía, se da cuenta que ha destruido a su verdadero espíritu: ha matado a un niño. El suicida sufre porque sabe que, siendo el cáliz de una Conciencia divina, nadie en su árbol genealógico ha sabido reconocerlo. Ha crecido entre ciegos…

Su forma de suicidio, mostrará la naturaleza aparente del conflicto:

  • Si se da un tiro en la cabeza, proclama que su padre lo ha destruido con sus conceptos rígidos.
  • Si se ahorca, la cuerda asesina es el cordón umbilical de su madre, que lo odió desde el momento que apareció en sus entrañas y luego, ya nacido, por culpabilidad, lo ahogó con sus esforzados mimos.
  • Si se lanzó de un alto edificio y se estrelló contra el suelo, manifiesta que no pudo soportar el odio entre su padre (edificio-falo) y su madre (tierra reprimida): revienta clamando por una unión de su Sol y su Luna, símbolos de los padres cósmicos.
  • Si tragó píldoras nocivas, es que de boca de su madre escuchó demasiadas palabras de odio y sufrimiento.
  • Si lo atropella un tren o un poderoso vehículo, denuncia que los preceptos anquilosados de sus abuelos le impedían gozar de la vida.
  • Si se ahorca dentro de un armario, revela que está fatigado de los impulsos sexuales que le avergüenzan.
  • Si se degüella, si se da un tiro en la boca, encuentra la forma de expresar todo lo que calló durante su vida, impidiéndose de este modo maldecir a quienes abusaron de él.
  • Si se prende fuego lamenta el abandono de su padre, al que ve como Dios.
  • Si se ahoga en el mar, expresa el deseo de regresar al vientre materno para ser parido en una forma correcta, con amor y no con rechazo.”
Además
  • Caídas tontas: Llamadas de atención para que analicemos con un mayor nivel de consciencia los pasos que damos.
  • Disparo en el corazón: No sentirse amado.
  • Cortarse las venas (la sangre representa a la familia y a las relaciones): Una manera drástica de romper con la familia y “con todo lo que me ha hecho”. Relaciones amorosas fallidas, fracaso profesional, pero relacionado con la familia, con el deseo de liberarse de padres o familiares que nos “hicieron” incapaces de superar obstáculos.
  • Tirarse o caerse a un pozo: Deseo de retorno al útero materno.
  • Electrocutarse: Invasión del padre.
  • Quemarse: Represión de la rabia en el interior.

ASESINATOS

Aparte de ello, Jodorowsky también nos señala que los suicidios y asesinatos que suceden en la familia se pueden reproducir en forma de accidente, por ejemplo de coche,  donde la víctima es un suicida inconsciente y el victimario es un asesino inconsciente (cosa que permite ayudar a buscar repeticiones en el árbol).

La familia es como una olla psicológica llena de secretos, tabúes, silencios, vergüenzas. Hay asesinatos, locura, robos, infidelidades, cárcel, incesto, abusos… Así, la enfermedad no es la solución del problema, sino una invitación a enfrentar un conflicto familiar que se ha mantenido secreto.

¿Qué pautas se pueden seguir respecto a los accidentes?

A) Si el accidente ya ocurrió, hay que intentar leer su mensaje, para elevar a la consciencia el mensaje sanador que con él nos llega.

B) Si tememos tener un accidente o alguien nos maldice o nos vaticina que lo tendremos, el cerebro se programará para que suceda y lo atraeremos sin querer. En estos casos es mejor realizarlo de manera metafórica, el inconsciente entiende la metáfora y es como si ya se hubiese cumplido lo que tememos o lo que “debía” de pasar.

C) Para evitar accidentes:

  • Cambiar culpabilidad por responsabilidad.
  • No juzgarnos.
  • Canalizar la rabia y la agresividad hacia nosotros mismos con grandes dosis de creatividad.
  • Canalizar la agresividad y la rabia hacia los otros mediante la confrontación.

Joaquín Ferrer

Un Curso De Milagros (UCDM)

Tanto los ancestrales conocimientos metafísicos como la moderna Psicología Transpersonal, pasando por el budismo, nos hablan de que hay siete planos o niveles de existencia. Y la comprensión e integración de esa “profunda realidad” nos da una perspectiva nueva de la existencia y tiene un poder transformador del Ser, que deja de identificarse con las creencias y apegos del ego para orientarse hacia su amorosa esencia espiritual.

En esa línea, en las enseñanzas del inspirado libro Un Curso De Milagros también está implícita la existencia de esos siete niveles. Es más, de forma muy sabia y progresiva nos va explicando cómo han surgido dichos planos y cómo corregir (expiar) los errores de percepción que nos anclan en el nivel más bajo, el del sufrimiento.

Como se dice en el libro: UCDM “sirve para eliminar todo aquello que te impide ver la luz”.

Por cierto, las conclusiones de la moderna física cuántica son coherentes con dichas afirmaciones metafísicas, así como las cada vez más numerosas investigaciones sobre las experiencias cercanas a la muerte (ECM).

7 planos de existencia

Entrando ya a describir dichos niveles, hay que empezar diciendo que los únicos niveles reales son el 1 y el 2 porque son la Autoexistencia y su Manifestación o cualidades. Para comprenderlo mejor, comparamos los niveles con el color blanco (Autoexistencia) y el Arco Iris (aquellas Cualidades también autoexistentes integradas dentro del blanco).

El tercer nivel ya es un pensamiento: “¿Cómo sería ser de otro tono?”  Por lo tanto, es un nivel ilusorio, puesto que la única medida de la auténtica realidad es si algo no tiene causa porque tiene autoexistencia (como el Amor Incondicional) o, por el contrario, es el efecto de una causa que, a su vez tiene otra causa y así indefinidamente.

Dicho de otro modo, solo tiene autoexistencia el Amor (el color blanco).

Autoexistencia: Blanco = Dios-Padre-Amor Incondicional.

Manifestación: Colores del arco iris = Hijo y Espíritu Santo.

Autoconciencia: “¿Cómo sería ser de otro tono?” = Pensamiento.

Experiencia: Probar las diversas opciones = Alma (dueño de la idea).

Mente: Pintor = Energía mental.

Emociones: Pintura = Energía emocional.

Materia: Lienzo = Cuerpo.

OBJETIVO DEL ALMA: Conseguir la mejor versión de esa idea, de forma que refleje perfectamente la Luz de Dios y, de esa manera, retorne a su condición (que nunca ha perdido en realidad) de Espíritu Santo.

Tal como postula el libro UN CURSO DE MILAGROS

Solo lo que Dios creó es real.
El Espíritu del Amor es lo único que tiene Autoexistencia.
El espíritu está eternamente en estado de gracia.
Tu realidad es únicamente espíritu.
Por lo tanto, estás eternamente en estado de gracia.
Nada real puede ser amenazado.
Nada irreal existe.
En esto radica la paz de Dios.
Nada real puede ser amenazado

UCDM: RESUMEN DE SUS ENSEÑANZAS

Solo el mundo espiritual es real. El Amor es real. Solo lo real tiene poder. El Amor siempre produce expansión de su naturaleza y quiere expresar su grandeza y su gozo a través de lo amado.

El Amor da vida eterna (atemporal) y libertad de elección a sus hijos creados. Lo único que el amor no puede conceder a sus hijos es la petición de ser especiales, pues todos son amados por igual y están fraternalmente unidos en la mente de Dios.

Todos aquellos que libremente desearon ser especiales, al no conseguirlo, fueron sintiéndose separados de la mente amorosa de Dios y acabaron generando la vibración que dio origen al mundo material de la ilusión.

Al desconectarnos de nuestra naturaleza espiritual, la fuimos olvidando y, como consecuencia, sentimos nuestra fragilidad, creímos en nuestra mortalidad y nos llenamos de miedos.

Al sentirnos separados, nos sentimos solos y desamparados y, para combatir el infundado miedo existencial a la pérdida de nuestra identidad, nuestra mente creó una personalidad centrada en la afirmación enfermiza de sí misma, y en su supervivencia (el ego).

El mundo de la ilusión también es coherente, aunque falso.

El ego (generado por el pecado original de la decisión voluntaria de mantener el pensamiento en la separación) en su demente concepción del mundo, necesariamente siente insatisfacción, ansiedad y vacío -ya que nada puede llenarle- e intenta alimentarse de la importancia personal en su relación con los demás, de la comparación, la competitividad y la agresividad hacia el otro, el mundo exterior y, sobre todo, hacia sí mismo.

“La salvación es el recordatorio de que este mundo no es tu hogar. No se te imponen sus leyes, ni sus valores son los tuyos. Nada de lo que veas en él se encuentra realmente ahí”.

Cuando experimentas alguna enfermedad, estás creyendo que el cuerpo es un fin. Cuando crees que el cuerpo es un fin, crees que él tiene existencia por sí mismo. Y así crees que tu cuerpo puede enfermarse, de alguna forma, independiente de ti. Y así crees que tú, un ser aislado y separado, puedes ser víctima de tu cuerpo. Mientras que sin la creencia en la separación, eso no puede ser así.

que incluye la frase

Todo placer real procede de hacer la Voluntad de Dios. Esto es así porque no hacer Su Voluntad es una negación de tu Ser. Criatura de Dios, fuiste creado para crear lo bueno, lo hermoso y lo santo. No te olvides de eso. El mejor uso que puedes hacer del cuerpo es utilizarlo para que te ayude a ampliar tu percepción, de forma que puedas alcanzar la verdadera visión de la que el ojo físico es incapaz. Aprender a hacer esto es la única utilidad real del cuerpo.

Tienes que cambiar de mentalidad, no de comportamiento

y eso es cuestión de que estés dispuesto a hacerlo… Hacer la Voluntad de Dios no produce ninguna tensión una vez que reconoces que Su Voluntad es también la tuya.

Nadie repudia lo que considera parte de sí mismo. La manera en que reaccionas ante tu ego es similar a como Dios reacciona ante Sus creaciones: con amor, con protección y con caridad. No es cuestión, por lo tanto, de cómo reaccionas ante el ego, sino de lo que crees ser. La creencia de que hay otra forma de percibir es la idea más sublime de que es capaz el pensamiento del ego. Ello se debe a que dicha idea reconoce, aunque sea mínimamente, que el ego no es el Ser.

“El Espíritu Santo no quiere que entiendas los conflictos del ego, quiere que te des cuenta de que no tienen sentido. El amor es lo único que se puede entender, ya que sólo el amor es real, y, por lo tanto, sólo el amor tiene sentido”.

Cuando te encuentras con alguien, recuerda que se trata de un encuentro santo. Tal como lo consideres a él, así te considerarás a ti mismo. Tal como lo trates, así te tratarás a ti mismo. Cada vez que dos Hijos de Dios se encuentran, se les proporciona una nueva oportunidad para salvarse. No dejes de darle la salvación a nadie, para que así la puedas recibir tú.

La luz no ataca a la oscuridad sino que la desvanece con su fulgor

Curso de biodescodificación

El pecado es una “percepción desprovista de amor”. La manera de escaparse del temor es haciendo que la mente adopte una actitud receptiva al amor. El amor expulsa el miedo de la misma manera que la luz expulsa la oscuridad. El pasaje del miedo al amor es un milagro. No es que organice las cosas en el plano terrestre; se dirige a la auténtica fuente de nuestros problemas, que está siempre en el nivel de la conciencia.

Cualquier intento que hagas por corregir a un hermano significa que crees que puedes corregir, y eso no es otra cosa que la arrogancia del ego. La corrección le corresponde a Dios, Quien no conoce la arrogancia.

El ego está tratando de enseñarte cómo ganar el mundo y perder tu alma. El Espíritu Santo te enseña que no puedes perder tu alma y que no hay nada que ganar en el mundo, pues, de por sí, no da nada.

El Espíritu Santo es tu fortaleza porque sólo te conoce como espíritu. Él es perfectamente consciente de que no te conoces a ti mismo y perfectamente consciente de cómo enseñarte a recordar lo que eres. Tú decidiste olvidar a tu Padre, pero eso no es realmente lo que quieres hacer, y, por lo tanto, puedes decidir de otra manera… Tú no deseas el mundo. Lo único de valor en él son aquellos aspectos que contemplas con amor.

Cuando hayas aceptado tu misión de extender paz hallarás paz, pues al manifestarla la verás. He oído tu llamada y la he contestado, pero no has querido verme ni oír la respuesta que buscabas. Ello se debe a que eso no es todavía lo único que deseas. Sin embargo, a medida que yo me haga más real para ti, te darás cuenta de que, en efecto, eso es lo único que deseas.

El mundo que ves es el sistema ilusorio de aquellos a quienes la culpabilidad ha enloquecido… Si éste fuese el mundo real, Dios sería ciertamente cruel. Pues ningún Padre podría someter a Sus hijos a eso como pago por la salvación y al mismo tiempo ser amoroso.

Tienes más miedo de Dios que del ego, y el amor no puede entrar donde no se le da la bienvenida. Pero el odio sí que puede, pues entra por su propia voluntad sin que le importe la tuya.

Las relaciones especiales

Si amas de manera distinta de cómo ama Dios, Quien no sabe lo que es el amor especial, ¿cómo vas a poder entender lo que es el amor? Creer que las relaciones especiales, con un amor especial, pueden ofrecerte la salvación, es creer que la separación es la salvación.

El amor especial es sólo un escape de la muerte que se busca desesperadamente, pero no en la paz en la que el amor santo gustosamente vendría hasta ellos quedamente.

El Espíritu Santo sabe que nadie es especial. Mas Él percibe también que has entablado relaciones especiales, que Él desea purificar y no dejar que destruyas… De esa manera, toda relación que mantengas puede transformarse en una relación santa.

La relación santa es un logro educativo extraordinario. La relación santa es en todos sus aspectos -comienzo, desarrollo y consumación- lo opuesto a la relación no santa. Consuélate con esto: la única fase que es difícil es el comienzo. Pues en esa etapa, el objetivo de la relación cambia de súbito a exactamente lo opuesto de lo que era antes. Éste es el primer resultado que se obtiene cuando se ofrece la relación al Espíritu Santo, a fin de que Él se valga de ella para Sus fines.

El Espíritu Santo acepta tus sueños y los emplea en beneficio de tu despertar. Tú te habrías valido de ellos para seguir durmiendo. El primer cambio que tiene que producirse antes de que los sueños desaparezcan, es que tus sueños de miedo se conviertan en sueños felices. Eso es lo que el Espíritu Santo hace en la relación especial. No la destruye ni te priva de ella. Pero sí la usa de manera diferente, a fin de ayudarte a que Su propósito se vuelva real para ti. Seguirás teniendo una relación especial, pero no será una fuente de dolor o de culpabilidad, sino de dicha y liberación. No será sólo para ti, pues en eso reside su infortunio. De la misma manera en que su falta de santidad la mantiene como algo aparte, su estado de santidad la convierte en una ofrenda para todo el mundo.

Tú que eres ahora el portador de la salvación, tienes la función de llevar la luz a la oscuridad. La oscuridad en ti se llevó ante la luz. Lleva esa luz ahora a la oscuridad, desde el instante santo a donde llevaste tu oscuridad. Nos completamos cuando deseamos completar.

Una mano se abre y libera a una mariposa que vuela hacia el cielo

El Hijo de Dios no necesita ser perdonado, sino despertado

En sus sueños se ha traicionado a sí mismo, a sus hermanos y a su Dios. Mas lo que tiene lugar en sueños no tiene lugar realmente. Es imposible convencer al que sueña de que esto es así, pues los sueños son lo que son debido a la ilusión de que son reales. Sólo al despertar se libera uno completamente de ellos, pues sólo entonces resulta perfectamente evidente el hecho de que no afectaron en modo alguno la realidad y de que no la han cambiado.

Todo pensamiento amoroso es verdadero. Todo lo demás es una petición de ayuda y de curación, sea cual sea la forma que adopte.

O bien ves la carne o bien reconoces el espíritu. En esto no hay términos medios. Si uno de ellos es real, el otro no puede sino ser falso, pues lo que es real niega a su opuesto. Lo que decides al respecto determina todo lo que ves y crees real, así como todo lo que consideras que es verdad. De esta elección depende todo tu mundo, pues mediante ella estableces en tu propio sistema de creencias lo que eres: carne o espíritu. Si eliges ser carne jamás podrás escaparte del cuerpo al verlo como tu realidad, pues tu decisión reflejará que eso es lo que quieres. Pero si eliges el espíritu, el Cielo mismo se inclinará para tocar tus ojos y bendecir tu santa visión a fin de que no veas más el mundo de la carne, salvo para sanar, consolar y bendecir.

La salvación es un deshacer… La salvación no te pide que contemples el espíritu y no percibas el cuerpo. Simplemente te pide que ésa sea tu elección. Tu mundo es lo que la salvación habrá de deshacer, permitiéndote así ver otro que tus ojos jamás habrían podido encontrar. Cómo va a lograrse esto no es algo que deba preocuparte. No comprendes cómo apareció ante ti lo que ves, pues si lo comprendieses, desaparecería.

Alegrémonos de que ves aquello que crees, y de que se te haya concedido poder cambiar tus creencias. El cuerpo simplemente te seguirá. Jamás te puede conducir a donde tú no quieres ir.

Elige de nuevo si quieres ocupar el lugar que te corresponde entre los salvadores del mundo, o si prefieres quedarte en el infierno y mantener a tus hermanos allí.

Aprende, pues, el feliz hábito de responder a toda tentación de percibirte a ti mismo débil y afligido con estas palabras: Soy tal como Dios me creó. Su Hijo no puede sufrir. Y yo soy Su Hijo.

EL PERDÓN

Solo existe un juicio: ”el Hijo de Dios es inocente y el pecado no existe”. Formar juicios no es muestra de sabiduría; la renuncia a todo juicio lo es.

El pecado no es más que un error que necesita corrección, NO algo perverso que merece castigo.

El perdón nos hace entender:

  • Que el mundo que vemos, es solo el reflejo de nuestro mundo interno.
  • Que lo que proyectamos es lo que percibimos.
  • Que hacemos reales nuestros pensamientos.
  • Que la percepción justifica nuestros propios errores.

– Tenemos que aprender a perdonar, no para ser buenos o caritativos sino porque lo que vemos no es real, es algo que no está ahí.

– El perdón es estar en paz, aceptar, no sentir culpa, no tener miedo, es sentirse bien con uno mismo y con todo.

– A medida que vemos que nuestros errores son de percepción, aprendemos a perdonarnos.

– El perdón acorta el camino de vuelta a casa.

– Entenderemos verdaderamente lo que es el perdón, cuando comprendamos que no hay nada que perdonar. Perdonar es “pasar por alto” y mirar más allá del error.

El juicio final

Recuerda que tú no te creaste a ti mismo. Puesto que la capacidad de crear reside en la mente, todo lo que creas es necesariamente una cuestión de voluntad. De ello se desprende también que lo que haces por tu cuenta es real para ti, mas no lo es en la Mente de Dios. Esta distinción básica conduce directamente al verdadero significado del Juicio Final.

El Juicio Final es la última curación, en vez de un reparto de castigos, por mucho que pienses que los castigos son merecidos. El castigo es un concepto completamente opuesto a la mentalidad recta, y el objetivo del juicio Final es restituirte tu mentalidad recta. Se podría decir que el juicio Final es un proceso de correcta evaluación… Comprende separar lo falso de lo verdadero. Éste es un proceso de separación en el sentido constructivo de la palabra, y refleja el verdadero significado del Apocalipsis. Al final cada cual contemplará sus propias creaciones y elegirá conservar sólo lo bueno… Al mismo tiempo, la mente repudiará inevitablemente sus creaciones falsas que, en ausencia de la creencia que las originó, dejarán de existir.

El Juicio Final es el final de Juicio. El único propósito del tiempo es “darte tiempo” para alcanzar ese juicio, el cual no es otra cosa que el juicio perfecto con respecto a tus propias creaciones perfectas.”

Centro formativo Neopercepción

Poema: EL SECRETO DE UN CURSO DE MILAGROS

Como en el cálido vientre de una madre,
desde el inconsciente, amoroso y feliz estado en el que existo
quise tomar consciencia de mí mismo.
Decidí con la mente hacer burbujas,
enamorarme de las hadas y aliarme con las brujas,
saborear ideas inconfesables o entrar en trances transcendentales.
Así mi mente, como al ajedrez jugando,
dio pie a la causa y el efecto
y, entrando en un ilusorio laberinto,
desde el inmutable instante santo
se generó el tiempo y el espacio.
Un anhelo se despertó en mi sueño
que no podía serme concedido:
quería sentirme más amado
que el resto de mis hermanos.
Como un niño airado, me alejé enfadado
y me puse a jugar con los dones heredados.
Desde la nueva realidad dual e imaginaria en la que estaba,
con el entusiasmo de un adolescente,
me puse a experimentar con el poder de los deseos de mi mente.
Hasta que, en un momento dado,
absorto por completo en el mundo irreal que fui creando,
me identifiqué con las formas y sus sombras
mientras la esencia de quien era se fue olvidando.
Sentí vacío entonces, creí en la muerte y vino el miedo.
Con gran desgarro, la noche oscura del alma había llegado.
Me sentí solo, separado, indefenso y desamparado.
Culpables pensamientos ocuparon el vacío producido
porque, autocastigado, de mi espíritu santo me había desconectado
y, en mi nueva ignorancia espiritual, pensaba que lo había contaminado.
Buscando refugio a tanto miedo, nació el ego
quien, con lógica errada y alocada,
busca seguridad y supervivencia
en todo lo que no tiene permanencia.
Y al insistir en lo imposible surge un fuego
que nos enferma de insatisfacción y desasosiego.
Decimos que Dios es Amor y, al mismo tiempo,
el creador y señor de la muerte y el infierno.
Y, desde esa visión incoherente y limitada,
el alma busca el cielo pero el ego teme su llegada
y se aferra a dogmas, deseos y autoengaños
que le permitan mantener su ilusoria identidad a salvo.
Cada hermano eres tú mismo
explorando un sinfín de posibilidades,
como en un juego de espejos y espejismos.
Puesto que venimos del Uno, estamos unidos
y, cuando condenas a alguien,
reafirmas tu culpabilidad ante ti mismo
y sigues atrapado en la rueda del destino.
Como el niño que llora al creerse abandonado,
así el gozo de lo que somos se transforma en pesadilla
y, la personalidad que desde ese llanto hemos forjado,
ahora se niega a darle la bienvenida
al reconocimiento de su propia maravilla.
Llegar a entender que la vida material es sueño
no nos libra de los brazos de Morfeo;
como mucho, mejora la calidad del juego.
El hijo pródigo solo puede regresar al Hogar, despierto:
Viviendo sin juzgar y buscando la paz de la vacuidad preñada
-el Silencio Creativo que el ego ignorante teme
por confundir la Fuente de Todo con la nada-.
La ilusión material y la duda, la verdad no las trasciende
mientras se escuche más a lo que se cree que a lo que la conciencia siente.

Joaquín Ferrer

(Puedes descargar esta poesía _AQUÍ_)

Coherencia y Poder Mental 2

… Continúa desde la PARTE 1

Podemos lograr crear lo que queremos

convenciendo previamente a nuestro inconsciente de ello, pero para llegar a ese punto necesitamos hacer procesos y progresos, no basta solo la palabra, ya que ésta ha perdido mucha fuerza a causa de su mal uso. Necesitamos reaprender a vivir en coherencia. Hacer que lo que pensamos, decimos y sentimos vayan en la misma dirección. Y para ello se requiere un periodo de rehabilitación de nuestra credibilidad interna. Una cuarentena exitosa de coherencia.

Por lo tanto, CREDITO es la capacidad de conseguir que nuestra palabra se materialice.

Ahora bien, hay dos tipos de palabra: palabra relación y palabra creadora.

La palabra relación es la que empleamos más bien en tono de juego, sin darle importancia ni significado a las palabras: convenciones sociales, mentiras piadosas sin trascendencia, etc.

La palabra creadora, sin embargo, es la que utilizamos poniendo fuerza e intención en lo que decimos, son palabras que tienen peso porque nos comprometemos con lo que decimos. Ese tipo de palabra, en condiciones ideales cuando se pronuncia tiene poder creador, pero si no la cumplimos defraudamos a nuestro inconsciente y restaurar esa confianza perdida no es tarea fácil de realizar.

En esa línea, conviene saber y distinguir entre la energía constructiva y la energía destructiva.

Existe La Energía Constructiva de vida

energía para construir, energía sutil, afín a nosotros, es energía que da valor a las cosas, es la energía en la que vibro cuando soy gentil con las personas, es energía que lo que toca lo transforma en valor, lo eleva, le da vida; podríamos decir que es energía positiva.

La Energía Destructiva, por el contrario es energía densa, energía de muerte, nos envejece y mata, es energía de dolor y sufrimiento, no afín para la creación, es la energía en la que vibramos cuando sentimos rechazo hacia las personas o experiencias; podríamos decir que es energía negativa.

Toda la información que tenemos del pasado que no ha sido resuelta, los patrones que se repiten, que no hemos resuelto, a nivel energético es Energía Destructiva.

Por lo tanto, el BIEN (encontrarme con mi palabra) genera Energía Constructiva, y el MAL (no encontrarme con mi palabra) genera Energía Destructiva.

Cuando hago algo que no quiero hacer o que no lo he decidido yo y me aleja de cumplir lo dicho por mí, estoy generando Energía Destructiva.

Por el contrario, cuando hago algo que yo decidí hacer, me siento bien: Energía Constructiva.

El sufrimiento por tanto, se da cuando lo que encontramos no es nuestra decisión, porque encontrarse fuera de nuestra elección genera Energía Destructiva.

Uso correcto de la Palabra Creadora

Una vez que ya sabemos y podemos utilizar correctamente la palabra creadora, cuando reconoces los conflictos debes hablar con ellos, reconocerlos. Hablas con el conflicto, lo traes al presente y tomas conciencia, diciéndole que lo reconoces, que lo perdonas, que te perdonas, que queda perdonado.

Te miras al espejo e insistes hasta que sientes que esos conflictos los has dejado en el pasado. Y te comprometes ante ti mismo (ante tu inconsciente) en aquello que consideres adecuado para tu equilibrio y sanación.

Si ya tienes el control de la palabra sanadora, seguramente no hará falta realizar ningún ritual o acto psicomágico para confirmar ante ti mismo tu liberación, no obstante no hay inconveniente para realizarlos también si se prefiere. Seguramente, acabarás dándote cuenta de que esos conflictos han tenido un sentido profundo: te han hecho mover desde una situación enfermiza (y posiblemente repetitiva) que atasca tu evolución -y no has elegido libremente-, hasta una situación nueva en la que has recuperado la capacidad de decidir qué existencia quieres para ti.

Además de la coherencia interna

hay más aspectos a considerar para dotar de poder a las palabras que empleamos. Como muestra, podemos ver que a la hora de buscar un objetivo en nuestra vida y “decretar” algo con nuestra intención, es importante darse cuenta de que es mejor hacerlo motivados por la satisfacción personal o la vocación que desde la necesidad. Por ejemplo, es fácil darse cuenta de que si buscamos dinero desde la necesidad y no por el placer que brinda, siempre estaremos necesitando dinero y, por lo tanto, seguirá siendo una necesidad.

Por otra parte, es necesario ponerle un origen a la enfermedad, encontrarlo, ya que sin ponerle origen, no hay fin, y puede convertirse en experiencia circular, repitiéndose de nuevo.

Si no se sabe el origen, hay un truco: LO ELIJO, se lo doy yo guiándome por mi intuición, y esto me permitirá hacer el recorrido para llegar al fin: → Origen → reconocimiento → función → fin.

Elijo el origen -reconozco esa experiencia en mi vida (aceptación)- le encuentro una función de evolución, y le pongo un fin, quizás ritualizándolo con una ofrenda al Universo.

Finalmente, hay que darse cuenta de que cuando tú no construyes tu propósito, lo construye el colectivo o lo construye tu ego (miedos, creencias, pensamientos negativos). Cuando comprendes y sientes que tu esencia está unida a la Autoexistente Fuente de la Vida, entonces notas que tienes PODER cuando sabes conectar en esa Fuente; y esa toma de conciencia te permite elegir mejor: transformar cualquier odio en amor, transformar dolor en aprendizaje…

Joaquín Ferrer

Coherencia y Poder Mental 1

En el campo terapéutico de la biodescodificación

hay un aspecto vital que casi nunca se menciona y, si se hace, desde luego no se hace con la suficiente claridad y profundidad. Se trata de cómo conseguir convencer a nuestro inconsciente para que se manifiesten en nuestra vida los cambios que queremos realizar en nuestra relación con el entorno.

La mayoría de los artículos y vídeos que hablan sobre biodescodificación (o psicodescodificación u otros nombres), explican hasta cierto punto cuál es la metodología para encontrar la emoción oculta original causante de una enfermedad y, a partir de la toma de conciencia de esa emoción que estaba oculta (y ya no lo está), el sujeto es libre de afrontar ese conocimiento revelador de la forma que quiera, si bien es cierto que el terapeuta descodificador puede orientar al consultante y darle pautas positivas y sanadoras específicas para cada caso.

Con ese fin, la Programación Neurolingüística dispone de técnicas y protocolos adecuados, mediante los cuales se procura que el inconsciente crea en los mensajes que nuestro yo consciente le manda. Igualmente, se puede optar por hacer rituales psicomágicos con la misma intención. Sin embargo, no siempre se logra el objetivo deseado, no siempre se consigue que la mente inconsciente crea a la mente consciente, a pesar de los esfuerzos de ésta en ese sentido ¿Por qué? Esa es la cuestión. Ese es el tema del que quiero tratar en este extenso artículo.

Cómo convencer a nuestro inconsciente

Pero antes de profundizar en esa cuestión, considero adecuado hacer un preámbulo aclaratorio de ciertas cuestiones relacionadas con el tema.

Si pensamos que las enfermedades ocurren por azar, estaremos en consonancia con el paradigma imperante en la sociedad, y que sin embargo ¡está equivocado! Ese paradigma surge de contestarse a las preguntas “¿dónde estoy?” y “¿qué es lo mejor que puedo hacer con lo que veo y conozco?” Pero hay otras preguntas más profundas y potentes que podemos hacernos: “¿de qué soy parte?” “¿qué hay más grande que yo y la humanidad?”, etc. La respuesta a esas preguntas nos lleva a conclusiones diferentes a las del paradigma de que las cosas ocurren por azar. La ciencia “con mayúsculas” y la sabiduría metafísica ancestral coinciden actualmente en que la Energía existe previamente a la materia, le da forma a ésta y, a su vez, tuvo que ser creada por una Inteligencia Suprema con una Intención. Y si hay una intención, las cosas no suceden al azar sino por una razón que, aunque no la conozcamos, sabemos que la hay.

Las implicaciones de ese cambio de paradigma, de ese nuevo entendimiento, son grandes. Como el “efecto mariposa”, un cambio de perspectiva en el nivel superior afecta a las conclusiones de todos los niveles inferiores. Por ejemplo, cuanto más se crea en que las enfermedades son fruto del azar, más posibilidades tendremos de contagiarnos por un patógeno (porque seremos muy susceptibles a  cualquier información alarmista y quizás interesada en ese sentido) y más fuertes serán sus síntomas. Por el contrario, cuando sabemos que así no es cómo funciona el diseño de la naturaleza, ya no somos susceptibles ante esas informaciones y opiniones y dejamos de ceder el poder al criterio de los expertos en el paradigma imperante pero inexacto (como la ciencia de Newton frente a los descubrimientos de Einstein).

Retomando el tema del artículo

Es fácil entender que nuestro inconsciente no acepta nuestras afirmaciones porque no nos cree. Si no tenemos credibilidad ante él (ante nuestro yo profundo que no puede ser engañado), todo lo que digamos será palabrería inútil que no lo motivará a actuar.

El inconsciente contiene un poder creador tremendo: un poder mental enraizado con el poder mental de la creación y sincronizado con las leyes del universo y el inconsciente colectivo. En ese sentido, Jesucristo afirma que “todo lo que pidáis en oración, creed que ya lo habéis recibido y lo recibiréis” (Mateo 21:22).

La PALABRA tiene poder de creación

pero éste depende del crédito personal. Ese crédito personal aumenta o disminuye dependiendo de cuantas veces cumples o incumples tu palabra.

Si has afirmado cosas que luego no has cumplido, tu palabra ha ido perdiendo crédito, por lo que ha perdido poder de creación; y si por el contrario siempre que afirmas algo lo cumples, tu crédito es alto, y también lo será el poder de creación de tu palabra.

Además, todo aquello dicho y no cumplido es energía negativa que va acumulándose, hasta llegar a un punto en el que puede ser causante de enfermedades.

Sabemos que tener HONOR implica tener palabra, dirigirte siempre hacia dónde dices. Cumplir tu palabra.

Rituales

Nosotros necesitamos recurrir a rituales para tratar de convencer a nuestro inconsciente de que aquello que afirmamos es cierto, porque hemos perdido mucho crédito por las cosas que nuestros ancestros y nosotros hemos dicho y no hemos cumplido.

En las escrituras sagradas de cualquier cultura o religión, cuando hablan del inicio de la creación, veremos que siempre comienzan igual: El creador “DIJO” hágase la luz. Y la famosa frase “ABRACADABRA”, proveniente del arameo, tiene una traducción que sería “Yo creo lo que hablo”.

Así pues, ¿qué le da crédito a una persona? La capacidad de cumplir su palabra. Para ganar crédito, cumples tu palabra. Una forma fácil de ir ganando crédito a diario sería que todas las cosas normales que haces durante el día las digas antes de hacerlas: pronunciar primero lo que vas a hacer; “ahora voy a pasear…” y paseas; “ahora voy a estudiar” y estudias; “ahora voy a comer” y comes. Al estar cumpliendo tu palabra, estarás ganando crédito cada día.

Joaquín Ferrer

Continúa en la PARTE 2

Los Resentires en la Biodescodificación

Índice de Artículos

Las causas emocionales de las enfermedades

Ya antes de que el médico alemán Ryke Hamer se diera cuenta de que nuestras “emociones ocultas” y negativas confinadas en el inconsciente son la causa de la mayoría de las enfermedades que padecemos, su compatriota y también doctor Georg Groddeck (Pionero en medicina psicosomática. 1866-1934) comentaba en su libro El significado de la enfermedad: “Aquel que llega a la conclusión de que yo medico mentalmente a un humano que se rompió la pierna tiene razón – pero ajusto la fractura y protejo la herida. Y entonces le doy un masaje, hago ejercicios con él, le doy a la pierna baños diarios con agua a 45°C por media hora y cuido que no se inflame ni supure, y cada tanto le pregunto: ¿por qué se rompió la pierna, ‘usted mismo’?”

También otros personajes de relevancia mundial, antes que Hamer, ya apuntaban que la incoherencia entre nuestros pensamientos, emociones y actos están en el origen del desarrollo de las enfermedades.

Por ejemplo, el gurú Osho afirmaba que “las enfermedades del ser humano comienzan cuando dejo de ser yo para ser lo que los demás quieren que sea”. Por su parte, la afamada escritora y conferenciante Louise L. Hay, al final de su libro Usted puede sanar su vida, ofrece un pequeño listado que relaciona determinadas enfermedades con aquellas dañinas emociones que las generan.

Otro gurú, Alejandro Jodorowsky (creador de la Psicomagia) nos revela que “debajo de cada enfermedad está la prohibición de hacer algo que deseamos o la orden de hacer algo que no deseamos”. En la misma línea se manifiestan otros maestros espirituales como Wayne W. Dyer, Ekhart Tolle, Krishnamurti o Thich Nhat Hanh, entre otros. Igualmente, algunas eminentes figuras pertenecientes al ámbito de la ciencia están divulgando sus descubrimientos en este sentido: Deepak Chopra, Joe Dispenza, Bruce Lipton, Brian Weiss, Hans Jenny, etc.

Concretando, el análisis estadístico-científico, el estudio continuado y la profundización psicológica de las manifestaciones somáticas de esa dañina emoción oculta que Ryke Hamer llamó el resentir, con el paso del tiempo, ha permitido hacer un listado que recoge la relación entre dichos resentires y sus síntomas o enfermedades asociadas a ellos.

Como ejemplo de la relación entre la enfermedad y los resentires emocionales, exponemos a continuación un breve listado de resentires; incompleto pero representativo. Para una información completa y profesional, pueden consultar el Gran diccionario de biodescodificación.

Listado de Resentires:

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