La lumbalgia (el lumbago)

En la base de la columna vertebral, tras las siete vértebras cervicales y las doce dorsales, se hallan las cinco vértebras lumbares, a modo cimientos de los pilares de sostienen toda la estructura vertebral. Y es sabido que cuando los cimientos de un edificio están dañados, todo el edificio está en peligro de derrumbarse.

Teniendo en cuenta este símil, una desvalorización o autocrítica en aquello que me apoyo (valores, creencias, personas, trabajo, sexualidad, etc.) supone una amenaza para la supervivencia en términos de creación, de funcionamiento, de relación con los demás y en la forma de establecer la propia estructura y personalidad.

En las lumbares bajas (L5), cerca del sacro, los conflictos están relacionados con la sexualidad, en un contexto de comparación, ya que es la parte de la columna responsable del movimiento durante la cópula.

El lumbago

Hablando del lumbago específicamente, este es una afección del disco intervertebral situado entre las dos últimas vértebras lumbares. Se manifiesta cuando un individuo, al tratar de levantar un objeto, siente de manera repentina un dolor agudo en la región lumbar, que le impide incorporarse por completo, desplazándose con mucha dificultad.

La persona que lo padece cree que no puede hacer frente como ella quisiera a sus responsabilidades materiales, y esa sensación suele vivirla con culpabilidad e ira asociada.

En la lumbociática o lumbociatalgia

el dolor se propaga a un miembro inferior debido a la compresión o irritación del nervio ciático. Este es el nervio más grueso y largo del cuerpo; empieza en la parte baja de la espalda, atraviesa las nalgas y desciende por las extremidades inferiores. El síntoma se origina frecuentemente en las raíces del nervio (de L4 a S-3). Los conflictos que afectan a este nervio tienen una tonalidad de desvalorización en términos de instrucciones, de órdenes, relacionadas con sentir miedo a algo antes de que suceda. Si afecta a la sensibilidad, el conflicto está vinculado a la información que se recibe, a no querer sentirla, percibirla. Si afecta al control motor, está vinculado a no ser capaz de ejecutarla, a no querer ejecutarla.

Guarda relación con conflictos de pareja combinados con carencia material, con la imposibilidad de adquirir lo que se desea. También puede tratarse de una carencia de algo simbólico en la que interviene lo material, un sentimiento relacionado con el dinero. El dolor puede manifestarse más en una pierna que en otra: si la pierna derecha es la afectada, puede tratarse de miedo a carecer de dinero y a no poder hacer frente a las responsabilidades. Si el dolor se sitúa en la pierna izquierda, la falta de dinero puede intensificar el sentimiento de no poder darlo todo a los seres queridos.

La hiperlordosis

es un aumento anormal de la curvatura de la columna lumbar que «obliga» a que la cabeza mire hacia el cielo, un arquetipo del padre. Los conflictos se relacionan con el reconocimiento paterno, con una búsqueda del padre o de la representación paterna. Como es estructural, el conflicto es transgeneracional.

Las vértebras lumbares

Antes de seguir analizando las causas emocionales del lumbago, conviene explicar brevemente el significado concreto de cada vértebra lumbar.

L5: Alude a los colaterales (pareja, amante, compañero, etcétera). Entre L5-S1 desvalorización sexual, golpe bajo, traición.

L4: En relación con la próstata, el cuerpo uterino. Conflicto con la «norma». No respetar las normas con relación a la familia o a los otros, no tener una actitud normal o sentirse diferente a los demás con relación a las normas. Entre L4-L5, conflicto de desvalorización relacionado con las normas y el colateral. Por ejemplo, no recibir más ternura del compañero/a.

L3: Se corresponde con los ovarios, los testículos, el útero. Conflicto de desvalorización con relación a la sexualidad y la fecundación. También guarda relación con las rodillas y la vejiga. Conflictos de desvalorización y culpabilidad con respecto al territorio y la sexualidad. Por ejemplo, no haber sabido marcar el territorio sexual; haber quedado embarazada de otro; violencia sexual. Entre L2-L3, desvalorización en un conflicto indigesto, con una tonalidad de carencia de dinero y de pérdida.

L2: Está relacionada con el apéndice y el abdomen. Conflicto de desvalorización con respecto a algo sucio, a tener que despegarse de algo que se quería guardar.

L1: Se relaciona con el colon. Los conflictos de desvalorización tienen relación con algo sucio, con que la vida juega sucio, con que nos traicionan, con una tonalidad de intercambio no realizado, de sexualidad repugnante, por ejemplo. Entre L1-L2, el conflicto es de pérdida, de cochinada, de algo indigesto con falta de dinero.

Joaquín Ferrer

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La importancia de la Lateralidad en la biodescodificación

LATERALIDAD

Al hablar de Lateralidad, nos referimos a que muchas veces no tiene exactamente el mismo significado tener un problema en un lado o el otro del cuerpo. Por ejemplo, si hay un problema en la rodilla, el que sea la rodilla derecha o la izquierda tendrá matices diferentes. Lo mismo puede decirse del hombro, el codo, el pie, el ojo o el oído, etc.

Aunque hay una regla general para aplicar correctamente la noción de lateralidad a cada caso, esa regla tiene varias excepciones que se deben conocer y vamos a exponer.

La norma general

es que el significado de cada lado (derecho e izquierdo) viene dado por el significado arquetípico del inconsciente colectivo para cada lado del cuerpo. Así, el lado derecho significa arquetípicamente: Acción, masculino, trabajo, mental; y el izquierdo: Deseo, femenino, familia, intuición-creatividad.

Además, ese significado arquetípico coincide con la forma de resentir los conflictos de acuerdo a la lateralidad hormonal. En el ectodermo, el hemisferio derecho rige la testosterona y provoca una forma de resentir masculina (acción-enfrentamiento) ante los conflictos que afecten a un relé cerebral de ese hemisferio; y el hemisferio izquierdo rige los estrógenos y la prostaglandina que provocan una forma de resentir femenina (huída-sumisión) ante los conflictos que afecten a un relé cerebral del hemisferio izquierdo. En ese sentido, conviene saber que se puede dar una forma de resentir femenina en un hombre y viceversa, en los casos en que hay constelación cerebral o basculación hormonal. Ahora bien, como estos conceptos merecen ser explicados con más profundidad, los analizamos en este otro artículo: Balanza hormonal y Constelación cerebral.

En esa misma dirección

es de destacar que el hemisferio izquierdo del cerebro se relaciona con la parte derecha del cuerpo. A su vez, el hemisferio derecho se relaciona con la parte izquierda del cuerpo. Y que, en términos generales, el cerebro dominante en la mujer es el izquierdo y que en el hombre la dominancia lo tiene el derecho. Salvo en caso de ser zurdos que es al contrario.

Así, la regla de lateralidad afirma que una persona diestra responde a un conflicto relacionado con el mundo femenino (madre, mujer, hijos pequeños, intuición) con el lado izquierdo de su cuerpo; y a un conflicto relacionado con el mundo masculino (trabajo, hombre, padre, autoridad) con el lado derecho del cuerpo. Con la gente zurda es al revés. A su vez, el lado izquierdo (en una persona diestra) está relacionado con los deseos, y el derecho con las acciones.

El hemisferio izquierdo

de nuestro cerebro asume las funciones de orden racional tales como leer, hablar, contar, pensar, analizar una situación y establecer asociaciones; se relaciona con el pensamiento lógico y corresponde a nuestro aspecto emisor masculino o Yang; controla la parte derecha de nuestro cuerpo.

El hemisferio derecho

gestiona las informaciones afectivas y emocionales; nos permite reconocer globalmente una situación y atribuirle un colorido emocional y sensitivo; se relaciona con nuestra imaginación, nuestra intuición y participa en la actividad onírica; corresponde a nuestra parte femenina o Yin; rige la parte izquierda de nuestro cuerpo.

La memoria emocional del cerebro límbico contiene la respuesta a muchas causas de malestares y enfermedades (Ej. Hemisferio izquierdo: “Mi madre me ha dejado sola con mi padre”. Hemisferio derecho: “Me siento abandonada”).

No obstante, como excepción a esta regla, conviene saber que cuando el conflicto es de supervivencia, la lateralidad carece de importancia. Ello se debe a que el tronco cerebral no posee la cualidad de cruzamiento. También existen dos órganos pertenecientes al mesodermo nuevo que no tienen esa correspondencia cruzada: el riñón y el corazón. No obstante, se rigen igualmente por la lateralidad arquetípica.

Asimismo hay que recordar siempre que para las personas zurdas la lateralidad hay que entenderla al revés que con las personas diestras.

La lateralidad en las mamas

por otra parte, cuando se estudia en profundidad, descubrimos que tiene un sentido específico y diferente del que estamos hablando. Por ejemplo, si una mujer diestra sufre un conflicto de preocupación por la salud de su hijo, ella desarrollará un cáncer glandular de mama en su seno izquierdo (el seno en el que instintivamente se da de mamar al hijo). Si su conflicto fuera un fuerte sentimiento de desprotección por parte de su pareja, podría desarrollarse el mismo tipo de cáncer pero en el seno derecho.

La lateralidad dental

también tiene un sentido específico a partir de los tres años de edad. El lado derecho está relacionado con el padre, el clan, el trabajo y la posición social; y también con el futuro. El lado izquierdo representa a la madre, la familia, el hogar y la pareja; y también el pasado.

Hay personas zurdas que sin embargo han aprendido a manejarse bien con la mano y el pie derecho, sin embargo, con respecto a la lateralidad que estamos viendo aquí, hay que considerar que son zurdas biológicas.

Arcada superior, cuadrante derecho = padre, clan.

Test de Lateralidad

Hay una serie de pruebas que nos permiten probar la lateralidad:

1. Aplaudir: los diestros pegan con la mano derecha a izquierda, el movimiento lo hace la mano derecha.

2.  Cuando cruzamos los dedos de las dos manos, el pulgar derecho queda por encima del izquierdo.

3. Provocar un desequilibrio y ver si la pierna que sale primero es la derecha o la izquierda.

4.  Para subirse a una silla, qué pierna sube primero.

5. Cómo agarramos un bebé. Un diestro lo va a coger con la izquierda, porque con su mano derecha va a alejar el peligro; es una memoria muy arcaica, pero es así cómo va proteger a su bebé. Es muy preciso para una madre.

6.  Cuando agarran el teléfono, ¿en qué oreja lo ponen?

Cuando trabajamos con una persona ambidiestra, hay que preguntar a la persona lo que siente puesto que parece que estas personas funcionan de la misma manera con el cerebro derecho que con el izquierdo, y ello no está probado científicamente en la descodificación biológica, por lo que es fundamental seguir trabajando en esta línea de experimentación para comprender a nivel conflictivo lo que ocurre.

Otras normas a tener en cuenta

1.- Cuando se trata de los sentidos (vista, oído, olfato), la norma es que la parte derecha (los zurdos siempre al revés) señala “lo que entra” (algo que quiero que entre y que no entra o que entra y no quiero), y la parte izquierda es “lo que sale” (quiero sacar esto porque es tóxico/peligroso o no quiero que salga esta información vergonzosa para que no lo sepan los demás, etc.).

La lateralidad de los ojos tiene sus características específicas que podemos ver en el artículo dedicado a ellos.

2.- Si la parte afectada es el Aparato Locomotor, la parte derecha es una “acción obligada” y la izquierda es un “deseo impedido” (o un deseo de no hacer algo pero que finalmente lo hago).

3.- Una persona diestra, responde a un conflicto en relación a su madre o hijos, reales o simbólicos, con el lado izquierdo del cuerpo. Y responde a un conflicto con la pareja, con el lado derecho de su cuerpo (órganos y/o miembros de su cuerpo). Y, lógicamente, para las personas zurdas es al revés.

Joaquín Ferrer

Los Resentires en la Biodescodificación

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Las causas emocionales de las enfermedades

Ya antes de que el médico alemán Ryke Hamer se diera cuenta de que nuestras “emociones ocultas” y negativas confinadas en el inconsciente son la causa de la mayoría de las enfermedades que padecemos, su compatriota y también doctor Georg Groddeck (Pionero en medicina psicosomática. 1866-1934) comentaba en su libro El significado de la enfermedad: “Aquel que llega a la conclusión de que yo medico mentalmente a un humano que se rompió la pierna tiene razón – pero ajusto la fractura y protejo la herida. Y entonces le doy un masaje, hago ejercicios con él, le doy a la pierna baños diarios con agua a 45°C por media hora y cuido que no se inflame ni supure, y cada tanto le pregunto: ¿por qué se rompió la pierna, ‘usted mismo’?”

También otros personajes de relevancia mundial, antes que Hamer, ya apuntaban que la incoherencia entre nuestros pensamientos, emociones y actos están en el origen del desarrollo de las enfermedades.

Por ejemplo, el gurú Osho afirmaba que “las enfermedades del ser humano comienzan cuando dejo de ser yo para ser lo que los demás quieren que sea”. Por su parte, la afamada escritora y conferenciante Louise L. Hay, al final de su libro Usted puede sanar su vida, ofrece un pequeño listado que relaciona determinadas enfermedades con aquellas dañinas emociones que las generan.

Otro gurú, Alejandro Jodorowsky (creador de la Psicomagia) nos revela que “debajo de cada enfermedad está la prohibición de hacer algo que deseamos o la orden de hacer algo que no deseamos”. En la misma línea se manifiestan otros maestros espirituales como Wayne W. Dyer, Ekhart Tolle, Krishnamurti o Thich Nhat Hanh, entre otros. Igualmente, algunas eminentes figuras pertenecientes al ámbito de la ciencia están divulgando sus descubrimientos en este sentido: Deepak Chopra, Joe Dispenza, Bruce Lipton, Brian Weiss, Hans Jenny, etc.

Concretando, el análisis estadístico-científico, el estudio continuado y la profundización psicológica de las manifestaciones somáticas de esa dañina emoción oculta que Ryke Hamer llamó el resentir, con el paso del tiempo, ha permitido hacer un listado que recoge la relación entre dichos resentires y sus síntomas o enfermedades asociadas a ellos.

Como ejemplo de la relación entre la enfermedad y los resentires emocionales, exponemos a continuación un breve listado de resentires; incompleto pero representativo. Para una información completa y profesional, pueden consultar el Gran diccionario de biodescodificación.

Listado de Resentires:

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